INTRODUCCIÓN
En el artículo que se presenta a continuación, se plantea un conjunto de ideas y reflexiones, orientadas a esbozar de modo sistemático lo que son las perspectivas y realidades del sistema financiero salvadoreño, en el actual contexto de economía global.
En las últimas tres décadas, en el ámbito internacional se han presentado una serie de cambios trascendentales, que replantearon los entornos políticos, económicos, sociales y culturales en el planeta, abriéndose nuevas relaciones de intercambio económico y comercial.
En el marco de un nuevo, asimétrico e injusto orden mundial, donde las relaciones de intercambio únicamente benefician a los países industrializados; especialmente, en la última década se modificaron los escenarios competitivos, en que se movían las empresas y particularmente, los Estados subdesarrollados.
En el documento se analiza, tanto los cambios que han tenido los entornos y mercados, como sus impactos para la competitividad en estos nuevos escenarios, identificando los desafíos que se tienen que enfrentar, para sobrevivir y tener éxito en los negocios en las áreas financieras.
En texto, se trata de hacer un análisis holístico sobre la situación actual del sistema financiero salvadoreño y las perspectivas que tiene para el futuro, se plantea la necesidad de una reconversión que reinvente el modelo de negocios de la banca tradicional, no solo para que obtenga ganancias espectaculares, sino que, para que contribuya positivamente con el fortalecimiento y desarrollo de un modelo económico incluyente y de alto crecimiento.
TRANSFORMACIONES EN LOS ENTORNOS, PARA LA COMPETITIVIDAD Y DESAFÍOS QUE ENFRENTA, El SISTEMA FINANCIERO SALVADOREÑO
Uno de los elementos más globalizados en la época actual, la constituyen las finanzas, por tanto, se presenta una universalización acelerada de la competencia, en este sector a nivel de todo el planeta, como efecto y resultado de la reducción o desaparición de barreras arancelarias y comerciales impuestas desde el primer mundo, dejando muy pocos espacios de maniobra para los grupos de poder económico locales, que no obstante, su tenaz resistencia tendrán que abrirse a las presiones, no solo en este sector, sino que a nivel de todas aquellas áreas de la economía que le parezcan atractivas para penetrar y posesionarse de los mercados nacionales, en su búsqueda permanente de mayores márgenes de rentabilidad, especialmente el sector especulativo financiero mundial, la banca internacional, así como, de la empresas en general, a través del acceso a los factores de producción de mas bajo costo y la agresiva expansión hacia nuevos mercados.
Es de destacar, que las nuevas realidades globales configuradas presentan equilibrios crecientes y la desaparición de las desigualdades en las capacidades tecnológicas instaladas, en los países líderes de las tres grandes regiones y bloques de la economía mundial: ASIA, NORTEAMERICA Y EUROPA. No obstante, el incuestionable liderazgo político-militar de los Estados Unidos en la actualidad, y las ventajas que tal posición privilegiada le produce a nivel de sistema de economía global.
Es asimismo, que desde el mundo industrializado se han formulado, promovido e implantado, en la perspectiva neoliberal nuevos enfoques made in tercer mundo, sobre las funciones de los Estados y los gobiernos que en el pasado reciente, han sido promotores de bienestar social y agentes económicos directos en las economías, en el marco del Estado benefactor Keynesiano, surgido después de la segunda guerra mundial; y pasan a ser, gestores de la estabilidad y del equilibrio macroeconómico, vale decir, servidores de los agentes privados de la economía y una especie de garantía segura de las inversiones que realizan las transnacionales y especialmente el capital especulativo –financiero mundial, creando condiciones de confianza para que el capital, no tenga ninguna clase de obstáculos para poder entrar y salir de los países, cuando los inversionista especuladores lo consideren conveniente, de acuerdo a sus propias necesidades de de maximización de utilidades, abriendo las puertas para el desarrollo de los mercados financieros, con muy pocas regulaciones y controles en su funcionamiento
Lo anterior deja muchos huecos, para las realizaciones de operaciones financieras, sin transparencia, ilegales y/o fraudulentas, generándose un ambiente conveniente, para garantizar enormes ganancias en el corto plazo a los agentes económicos nacionales y extranjeros.
En algunos países, esto incluye paraísos fiscales[1], ya sea porque las inversiones del capital financiero están libres de impuestos, o porque las legislaciones nacionales en materia fiscal y los controles, permiten la evasión y la elusión fiscal, debido a que los Estados no tienen capacidad de fiscalización y cobro de los impuestos, o por prácticas preferenciales donde a determinadas empresas, grupos financieros y tipos de capital, se les permite negociar y resolver las irregularidades fiscales fuera de la ley, convenientemente para garantizar su rentabilidad.
LOS DESAFIANTES NUEVOS ESCENARIOS, EN EL CONTEXTO FINANCIERO INTERNACIONAL PARA EL SISTEMA FINANCIERO SALVADOREÑO
Los nuevos escenarios que se presentan en el panorama financiero, tanto mundial, regional y nacional, son consecuencia lógica del agresivo desarrollo de la globalización y el dinamismo acelerado que le imprime, la aplicación y uso intensivo de tecnologías, como rasgo característico de las nuevas realidades que envuelve, a las empresas financieras privadas como aquellos bancos que todavía administra el Estado.
La intensificación, aplicación y uso de tecnologías financieras se utiliza, no solo para efectos de información, tan vital para el éxito de cualquier modelo de negocios en esta clase de industria, en cuanto a garantizar la veracidad de las bases de datos, análisis de entornos socio políticos, macroeconómicos, de mercados de las industrias estratégicas donde desarrollan operaciones e inversiones y especialmente de los mercados financieros. Todo lo anterior se debe realizar a una velocidad de tiempo real debido a que constituyen la base que sustenta la toma de decisiones de inversión donde se arriesgan grandes capitales en oportunidades de negocios que bien pueden llevar a tasas de rentabilidad muy alta o a pérdidas significativas, dado los entornos en que se mueve la economía mundial actual, parecida a la lógica de funcionamiento de un gran casino.
La utilización efectiva de tecnologías de la información de última generación es de capital importancia, debido a que, la velocidad con que son introducidas las tecnologías de punta, les da alguna ventaja temporal respecto a los competidores, pero lo más trascendental, es que les elimina las desventajas.
Las nuevas tecnologías de la información, cuando son utilizadas por el sector financiero, como plataforma inteligente permiten ampliar su aplicación de manera poderosa, como tecnologías de análisis complejos, que impulsa la creatividad en la elaboración de nuevos productos que se ven reflejados en la creación de sofisticados instrumentos financieros, así como, facilita establecer la fijación más precisa del valor de los activos a precios de mercado, tanto tangibles como los intangibles, para los cuales todavía no se alcanza capturar los valores reales a que se mueven en los mercados, donde las discrepancias entre valores en libros y precios de mercados pueden llegar a constituir enormes brechas, especialmente cuando se trata de establecer el valor de activos como el conocimiento.
La economía del conocimiento donde se aplican intensivamente las tecnologías de la información, exige un manejo más complejo y diversificado del riesgo[2]; no obstante lo poco predecible que resulta ser el riesgo, en la dinámica de funcionamiento de la economía global actual, debido a su lógica multifactorial y multicausal.
Existe en la actualidad, un proceso de desregulación de las operaciones financieras, empujado por los países del primer mundo y los grandes capitales internacionales, que en un futuro cercano impactaran directamente en el ámbito nacional. No cabe ninguna duda, que la banca salvadoreña regionalizada y en expansión en el continente, no tiene ninguna oportunidad de competir frente a los capitales financieros globales, que concentran gran parte de la riqueza acumulada en el planeta; en consecuencia, no les quedará otro camino que vender los bancos, que pasaran a ser controlados por la banca mundial, con impactos inmediatos para la economía nacional, debido a que este sector cuenta actualmente con enormes privilegios y un marco regulatorio que en primera instancia se negocia y solo se aplica en las formalidades de manera muy flexible en el contexto de una economía dolarizada que tuvo como único objetivo, blindar al sistema financiero sin importar las consecuencias que tiene para la economía nacional en su conjunto.
Muchos sostienen, que las empresas globales funcionan de manera más eficiente, y por eso, traerá efectos positivos para la economía nacional, eliminando o disminuyendo el riesgo de quiebra de los bancos, ampliando las fuentes y modalidades de financiamiento, especialmente cuando los créditos se orienten para hacer negocios y dinamizar la producción de bienes, servicios y comercio que serán favorables para el crecimiento económico a tasas elevadas de manera sostenida del país, se afirma también que las fluctuaciones a nivel internacional en la tasa de interés[3], se verá reflejada rápidamente, cuando sea a la baja.
Seguramente, ese tipo de enfoques excesivamente optimistas, no toman en cuenta que las empresas transnacionales funcionan y operan en las economías locales con diferentes estándares, de acuerdo a las regulaciones vigentes. Sus espacios de maniobra dependen de la libertad con que las instituciones reguladoras, creadas por los Estados las dejen actuar, cumpliendo la legislación si es indispensable, negociarla cuando sea posible y evitándola cuando se dé la oportunidad.
No se debe olvidar, que los grandes ganadores de la globalización, son las empresas que se desempeñan en el área financiera, concentran enorme poder a nivel global, del cual, hacen uso para crear condiciones favorables en las economías locales. Aunque el país cuenta con una economía dolarizada eliminándose el riesgo cambiario y el riesgo país, los bancos internacionales no vienen a los países del tercer mundo a tener rentabilidad y utilidades de primer mundo, las cuales son mucho más bajas, generalmente coinciden con la tasas de ganancia internacional del sector.
Es de destacar que las nuevas tecnologías financieras, están afectando y modificando directamente las relaciones entre los intermediarios financieros tradicionales, y los usuarios de los servicios, no cabe duda que la banca, tal cual la conocemos ahora, tiene muy poco futuro, especialmente, la de países como El Salvador, sino se reinventa y redescubre, cual es el modelo de negocios que debe crear o adoptar para el futuro la industria financiera, los costos y riesgos que tendrá que enfrentar.
Cabe señalar que otra característica de la época, está determinada por la imposición e implementación de programas de ajuste y estabilización económica de corte neoliberal, elaborados por los organismos financieros internacionales, siguiendo los grandes lineamientos de las apuestas estratégicas, establecidas en el Consenso de Washington que establece como una de las líneas de acción principal debe ser impulsar procesos de privatización de empresas, activos y servicios públicos propiedad de la sociedad y administrados por los Estados, lo cual trajo al tercer mundo las fusiones y adquisiciones que en el caso de El Salvador, como resultado de la privatización, esta la compra de ANTEL por TELECOM, la venta de las distribuidoras eléctricas, adquiridas por corporaciones transnacionales norteamericanas, el Banco Salvadoreño compro a BANCASA, el Banco Agrícola al Banco de Desarrollo, etc. Como los ejemplos más recientes de un proceso que se ha abierto y que se acelerará en el futuro, donde la compra y venta de las empresas se hará cada vez mucho más frecuente con tendencia creciente, debido a que nivel corporativo, las empresas que logran sobrevivir y compiten con sus competidores, por el acceso a capital, el costo mismo, disminución de precios de precios en los productos que ofertan en el mercado y una calidad creciente, como estándar de los servicios que ofertan.
Se debe puntualizar, que los actuales entornos mundiales en los que se mueven las empresas, especialmente las de la industria financiera, se enfrentan a un ambiente creciente de incertidumbre, volatilidad y riesgo, como resultado directo de los cambiantes entornos económicos, la presión expansiva de los competidores internacionales, y puntualmente de los accionistas que propugnan por un aumento rápido del valor de sus empresas y mayores niveles de utilidades, lo que pone al sistema financiero nacional contra la pared, enfrentándose a la necesidad de un enfoque y labor financiera más audaz, con aplicación intensiva de tecnología, y de mucha mayor solidez al momento de valuar sus opciones de negocios, así como, obtener apalancamiento financiamiento internacional de más largo plazo por lo menos a tasa de interés internacional y de administrar con mayor éxito el riesgo.
El sistema financiero como tal, se constituye para toda la economía en el sistema circulatorio, como lo que representa para el cuerpo humano el aparato circulatorio, por lo tanto, no puede haber un sistema financiero fuerte y una economía desacelerada, de bajo crecimiento crónico o en recesión; debido a que, una banca en crecimiento y desarrollo necesita de una ampliación del volumen de la actividad económica – financiera de los mercados, no de su contracción; en consecuencia, solo puede haber un sistema financiero sólido en una economía fuerte. Si no es así, las crisis financieras potenciales que puede enfrentar el país, terminará arrollándolos como sector, tal es el caso de Argentina.
Los nuevos escenarios financieros, han generad para los emisores de títulos, un acceso más fácil y directo a los tenedores finales, requiriendo para ello, no solo realizar las operaciones tradicionales que ejecuta la banca, sino también de operaciones financieras estratégicas. Eliminando el papel de intermediación que tradicionalmente ha desempeñado en los mercados financieros, lo cual le reduce un importante segmento de mercado.
Sin duda, que la banca en su concepción tradicional, se está quedando sin mercado en términos estratégicos, ya que las tendencias actuales muestran, que muchas empresas han desarrollado capacidades propias y especificas que en el pasado reciente efectuaba la banca, para realizar transacciones financieras a gran escala, realizando las funciones de análisis financiero y comercial para las que en el pasado, requerían de servicios especializados, incluso muchas de ellas diseñan sus propios instrumentos financieros tal es el caso de un importante grupo financiero en el país donde aprovechando un adecuado manejo del riesgo y su sólida solvencia financiera y crediticia pueden realizar estas operaciones aun incipientes, seguramente en el caso de empresas nacionales en el futuro cercano habrá otros grupos financieros que realizaran el mismo tipo de operaciones, para apalancarse financieramente[4] en proyectos específicos, que realizan o para obtener una inyección estratégica de capital fresco, y poder expandir sus actividades de negocio, no solo a escala nacional sino que regional.
EL CONTEXTO NACIONAL Y EL NUEVO ENFOQUE REQUERIDO, POR EL SISTEMA FINANCIERO
Es evidente que la innovación tecnológica y la globalización de la economía mundial, ha cambiado la industria financiera, especialmente su modelo de negocios tradicional, donde aun en el pasado reciente, le ha correspondido al sistema financiero, únicamente ser proveedor y administrador de fondos, el cual debe abandonar, asumiendo un nuevo paradigma estratégico, pasando a desempeñar una función especializada en el ámbito de las decisiones estratégicas, asumiendo también un rol esencial en la búsqueda, expansión y posesionamiento de nuevos mercados y el desarrollo de nuevos activos financieros, todo lo anterior, sin desarticularse de la dinámica económica en general.
Cabe destacar, que los bancos siguen privilegiando todavía como modelo de negocios funciones tradicionales, que se identifican únicamente con la gestión del efectivo, el modelo de negocios financiero tradicional, ha enfatizado en el flujo de caja[5], la obtención de márgenes mayores de intermediación, la maximización en el rendimiento de inversiones en el corto plazo, la cobertura de la deuda, etc. y en consecuencia como puede analizarse, únicamente enfatiza y se orienta, hacia la obtención de resultados inmediatos, de altos márgenes de rentabilidad a costa de la extracción directa de plusvalía de sus clientes, por los bajos intereses que les pagan a los ahorrantes, las elevadas tasas de interés en créditos hipotecarios, de consumo o tarjetas de créditos.
En líneas de financiamiento orientadas a la producción y negocios, el valor del dinero es significativamente alto, que incluye la tasa de interés nominal, más todos los cargos que tienen que cancelar, quienes se fondean con capital prestado por los bancos.
en general, las políticas crediticias y líneas de préstamo a las cuales acceden los pequeños y medianos empresarios, no solo les demandan garantías hipotecarias, donde arriesgan el patrimonio personal y familiar, sino que, les exigen también co-deudores en algunos casos, lo cual, hace difícil el acceso a fuentes de financiación, para desarrollar ideas de negocios que pueden ser extraordinarias.
Es de considerar que el sistema financiero salvadoreño, a inicios de la década de los 90´s paso de ser un monopolio propiedad del Estado a un oligopolio[6] privado, con tendencia a la cuasi monopolización, en el marco de una ley de privatización, que le entrego los bancos, a pequeños grupos de empresarios, muy cercanos a la primera administración del partido ARENA, en un proceso de poca transparencia y con resultados nefastos para los ahorrantes, la economía publica en general y las arcas del Estado.
No hay que olvidar, que los bancos administrados por el Estado se encontraban quebrados, debido a la enorme cartera de morosidad, de una gran cantidad de créditos otorgados sin las garantías mínimas a empresarios, políticos y a políticos – empresarios que fueron declarados como impagables e incobrables; en consecuencia dicha deuda, fue asumida por el Estado Salvadoreño, valga decir por toda la sociedad.
El sistema financiero salvadoreño privatizado a experimentado sonados fraudes y quiebras de instituciones, tal es el caso de INSEPRO, FINSEPRO, que se ha considerado como el caso más significativo de defraudación de la economía pública en El Salvador, cuyo principal accionista era el presidente del sector profesional del partido Alianza Republicana Nacionalista, ha habido otros fraudes que han centrado la opinión pública nacional como el de CREDICLUB.
En el caso de CREDISA, se le pago a los ahorrantes nuevamente con fondos propiedad del Estado, a través del otorgamiento en un de crédito, a tasa de interés del 1%, tomando como garantía la liquidación del patrimonio y los activos en general de la institución, los que fueron sobrevaluados y en ningún momento aseguraban el retorno del financiamiento, en más del 60% del capital otorgado, finalmente por decreto de la Asamblea Legislativa, para responder a las obligaciones adquiridas con los ahorrantes de devolverles sus ahorros. Cabe señalar que en este caso, en la Junta Directiva de CREDISA había prominentes miembros del partido de gobierno, que se desempeñaron como funcionarios públicos.
Dada la legislación vigente, las regulaciones especificas existentes, la manera en que se ejerce el control en el funcionamiento de las instituciones bancarias y el modo de cómo se negocia y resuelven las irregularidades, se puede afirmar que los casos mencionados, únicamente forman parte de los eslabones más recientes, que configuran una cadena mucho más grande, que frecuentemente continuará creciendo, constituyéndose en verdaderos escándalos nacionales mediáticos por un tiempo, pero que fueron y serán en el futuro causa de tragedias, para muchos ahorrantes, que cristianamente habían creído o continúan confiando en el sistema.
Es indiscutible el poder económico, que concentran los propietarios del sistema financiero, y su influencia directa en toda la economía, así como, a nivel político. Es de señalar, que parte de las explicaciones de una dolarización apresurada, tiene su origen en las fuertes presiones ejercidas desde los grandes grupos financieros, quienes son además los que pagan parte de la factura electoral del partido de gobierno. La dolarización es la piedra angular que viene maximizar el valor de los bancos, muy por encima del precio de mercado de sus activos, resuelve también parte de los temores e incertidumbre que ellos tenían de una devaluación del Colón, en un hipotético cambio de gobierno encabezado por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, dado el fuerte endeudamiento adquirido en dólares en el exterior, cuyas obligaciones de principal e intereses, tienen que devolver igualmente en dólares o en otra divisa internacional equivalente.
Asimismo, solo en ese marco de poder, donde han operado con un control absoluto del mercado salvadoreño, como cuasi-monopolios se explica en gran medida, los altos intereses cobrados por la banca durante la década del noventa, con una enorme brecha entre las tasas de interés internacional y la nacional, así como los bajos rendimientos pagados a los ahorrantes que no compensaban ni siquiera la inflación[7] real.
Por tanto, ahorrar dinero en la banca, a significado destruir valor, y por muchas justificaciones que se quieran esgrimir, a partir de la realidad del mercado, su causa esencial, se encuentra en un mercado oligopolico con tendencia a la monopolización, que opera parecido a un cartel, donde no funciona la oferta y la demanda, porque que hay, una oferta cautiva en el mercado de créditos y dinero y una demanda creciente con grandes necesidades de financiamiento, que son los ingredientes perfectos, para las distorsiones que se presentan en el mercado.
Asimismo, las instituciones reguladoras creadas por la ley, más pareciera que defienden los intereses de los bancos privados y no los de usuarios del sistema financiero, un mejor funcionamiento de la economía en general que potencie el crecimiento económico.
La firma de Tratados de Libre Comercio, en cierta medida presiona el sector financiero, pues sin duda, se ampliara la oferta de otras instituciones financieras, que ofrezcan un mayor valor agregado para los clientes de este sector; no obstante, lo poco atractivo que puede parecer un mercado pequeño como el que ofrece la economía de El salvador.
Lo que hay que señalar, es que la banca mundial vera en la economía dolarizada salvadoreña un espacio propicio, para abrir operaciones en toda la región centroamericana, y ya sea que vengan con sus bancos o compren los existentes, su presencia dominante en el mercado se encuentra a cinco segundos.
Si la banca nacional, se mete a competir con la banca mundial, no solo tiene muy pocas oportunidades de éxito, sino que probablemente no lo hará, quizás les resulte mejor negocio, venderles sus bancos, quedarse con alguna participación accionaria y como empleados ejecutivos administrando los activos de la banca mundial.
En todo caso hay que plantear una nueva perspectivas para el sector financiero, las cuales deberán estar marcadas por un cambio de estrategia de cara a las nuevas reglas, que sin duda vendrán con la firma de los tratados de libre comercio, en consecuencia, el sector financiero debe de modernizarse en su modo de hacer negocios, en una visión mas integra que incorpore los nuevos valores promovidos a nivel mundial, como empresas de responsabilidad social[8], para con el país y la sociedad; así como, emular la eficiencia de las entidades financieras internacionales.
A manera de punteo los aspectos que le corresponderá desarrollar a un nuevo modelo de negocios de la banca, se enmarcan en los siguientes factores:
a) Identificación y orientación hacia nuevas fuentes de creación de valor en el mediano y largo plazo.
b) Como sector deberán mostrar nuevas actitudes, conductas y comportamientos éticos desde una perspectiva de integridad que mantenga la confianza en los ahorrantes y haga olvidar los fraudes y quiebras recientes.
c) Sólidos y multifacéticos liderazgos para el desarrollo exitoso de las organizaciones financieras.
d) Construcción de nuevas visiones y paradigmas concretados en un nuevo modelo de negocios del sector financiero.
e) Elaboración y aplicación de nuevos enfoques teóricos que permitan establecer una nueva relación entre el mundo global, el sistema financiero y los otros sectores de la economía del país.
Si bien los mercados financieros y/o valores en la actualidad muestran un desarrollo insipiente, de cara al futuro seguramente con los tratados de libre comercio, surgirá la posibilidad de potenciar dichos mercados y la aplicación de nuevos instrumentos financieros; en consecuencia el sistema financiero, debe contar con liderazgos adecuados a la realidad, con muchas capacidades y conocimientos sobre las perspectivas de las finanzas en la actualidad, para que puedan propugnar por una orientación mas estratégica en las decisiones de negocios, que les permita crear valor a largo plazo.
El error más frecuente, que comete la banca en su visión tradicional, es enfocar todo hacia los RENDIMIENTOS Y UTILIDADES DE CORTO PLAZO en lugar de una perspectiva de largo plazo.
Cualquier enfoque estratégico del sistema financiero, debe prever y cumplir con la prueba de creación de valor sostenible en el tiempo, y como consecuencia, el proceso de la creación de valor debe depender de la traducción de la dinámica competitiva, en los que se mueve la economía en su conjunto, pues no es sustentable tener un sistema financiero obeso, mientras el resto de la economía, se encuentra en desnutrición crónica.
En economías como la salvadoreña, donde no existe un mercado de valores emergentes, la generación y distribución de utilidades erróneamente, es considerada como el mejor termómetro de la gestión financiera. Se debe romper con el viejo paradigma de utilidades a cualquier costo, pues esta claro que esta economía global de orden caótico, ha demostrado, que en el largo plazo, para las empresas de sector financiero, cuenta mucho la honestidad, el juego limpio, en general conductas éticas, transparentes para alcanzar objetivos de largo plazo y tener excelentes oportunidades de negocio sin atropellar a sus clientes y la economía en su conjunto.
La banca moderna para tener oportunidades de futuro, debe hoy realizar procesos de reconversión tecnológica y apalancar su capital intelectual, como parte de su preparación para insertar la economía nacional al mundo global.
El sistema financiero debe abrir un dialogo con toda la economía del país, de cara a superar los marcos rígidos de acción que presenta en la actualidad, sobre la base de un enfoque mas incluyente que permita superar la situación de estancamiento económico del país.
La banca ya no debe seguir succionando la sangre de la endeble economía nacional; por el contrario, su aporte puede ser sustancial para superar el actual bajo crecimiento económico. Sin embargo, no se trata de satanizar el sistema financiero, pues, en el mundo de mercados globales constituirá siempre un eje central de la economía.
[1] País con leyes, muy favorables en beneficio de las personas naturales y jurídicas, dueñas de los capitales que operan y se domicilian de manera legal y formal, como de modo informal en una nación, para pagar muy pocos impuestos o no pagar, por las operaciones que realizan en la economía y las ganancias que obtienen.
En el artículo que se presenta a continuación, se plantea un conjunto de ideas y reflexiones, orientadas a esbozar de modo sistemático lo que son las perspectivas y realidades del sistema financiero salvadoreño, en el actual contexto de economía global.
En las últimas tres décadas, en el ámbito internacional se han presentado una serie de cambios trascendentales, que replantearon los entornos políticos, económicos, sociales y culturales en el planeta, abriéndose nuevas relaciones de intercambio económico y comercial.
En el marco de un nuevo, asimétrico e injusto orden mundial, donde las relaciones de intercambio únicamente benefician a los países industrializados; especialmente, en la última década se modificaron los escenarios competitivos, en que se movían las empresas y particularmente, los Estados subdesarrollados.
En el documento se analiza, tanto los cambios que han tenido los entornos y mercados, como sus impactos para la competitividad en estos nuevos escenarios, identificando los desafíos que se tienen que enfrentar, para sobrevivir y tener éxito en los negocios en las áreas financieras.
En texto, se trata de hacer un análisis holístico sobre la situación actual del sistema financiero salvadoreño y las perspectivas que tiene para el futuro, se plantea la necesidad de una reconversión que reinvente el modelo de negocios de la banca tradicional, no solo para que obtenga ganancias espectaculares, sino que, para que contribuya positivamente con el fortalecimiento y desarrollo de un modelo económico incluyente y de alto crecimiento.
TRANSFORMACIONES EN LOS ENTORNOS, PARA LA COMPETITIVIDAD Y DESAFÍOS QUE ENFRENTA, El SISTEMA FINANCIERO SALVADOREÑO
Uno de los elementos más globalizados en la época actual, la constituyen las finanzas, por tanto, se presenta una universalización acelerada de la competencia, en este sector a nivel de todo el planeta, como efecto y resultado de la reducción o desaparición de barreras arancelarias y comerciales impuestas desde el primer mundo, dejando muy pocos espacios de maniobra para los grupos de poder económico locales, que no obstante, su tenaz resistencia tendrán que abrirse a las presiones, no solo en este sector, sino que a nivel de todas aquellas áreas de la economía que le parezcan atractivas para penetrar y posesionarse de los mercados nacionales, en su búsqueda permanente de mayores márgenes de rentabilidad, especialmente el sector especulativo financiero mundial, la banca internacional, así como, de la empresas en general, a través del acceso a los factores de producción de mas bajo costo y la agresiva expansión hacia nuevos mercados.
Es de destacar, que las nuevas realidades globales configuradas presentan equilibrios crecientes y la desaparición de las desigualdades en las capacidades tecnológicas instaladas, en los países líderes de las tres grandes regiones y bloques de la economía mundial: ASIA, NORTEAMERICA Y EUROPA. No obstante, el incuestionable liderazgo político-militar de los Estados Unidos en la actualidad, y las ventajas que tal posición privilegiada le produce a nivel de sistema de economía global.
Es asimismo, que desde el mundo industrializado se han formulado, promovido e implantado, en la perspectiva neoliberal nuevos enfoques made in tercer mundo, sobre las funciones de los Estados y los gobiernos que en el pasado reciente, han sido promotores de bienestar social y agentes económicos directos en las economías, en el marco del Estado benefactor Keynesiano, surgido después de la segunda guerra mundial; y pasan a ser, gestores de la estabilidad y del equilibrio macroeconómico, vale decir, servidores de los agentes privados de la economía y una especie de garantía segura de las inversiones que realizan las transnacionales y especialmente el capital especulativo –financiero mundial, creando condiciones de confianza para que el capital, no tenga ninguna clase de obstáculos para poder entrar y salir de los países, cuando los inversionista especuladores lo consideren conveniente, de acuerdo a sus propias necesidades de de maximización de utilidades, abriendo las puertas para el desarrollo de los mercados financieros, con muy pocas regulaciones y controles en su funcionamiento
Lo anterior deja muchos huecos, para las realizaciones de operaciones financieras, sin transparencia, ilegales y/o fraudulentas, generándose un ambiente conveniente, para garantizar enormes ganancias en el corto plazo a los agentes económicos nacionales y extranjeros.
En algunos países, esto incluye paraísos fiscales[1], ya sea porque las inversiones del capital financiero están libres de impuestos, o porque las legislaciones nacionales en materia fiscal y los controles, permiten la evasión y la elusión fiscal, debido a que los Estados no tienen capacidad de fiscalización y cobro de los impuestos, o por prácticas preferenciales donde a determinadas empresas, grupos financieros y tipos de capital, se les permite negociar y resolver las irregularidades fiscales fuera de la ley, convenientemente para garantizar su rentabilidad.
LOS DESAFIANTES NUEVOS ESCENARIOS, EN EL CONTEXTO FINANCIERO INTERNACIONAL PARA EL SISTEMA FINANCIERO SALVADOREÑO
Los nuevos escenarios que se presentan en el panorama financiero, tanto mundial, regional y nacional, son consecuencia lógica del agresivo desarrollo de la globalización y el dinamismo acelerado que le imprime, la aplicación y uso intensivo de tecnologías, como rasgo característico de las nuevas realidades que envuelve, a las empresas financieras privadas como aquellos bancos que todavía administra el Estado.
La intensificación, aplicación y uso de tecnologías financieras se utiliza, no solo para efectos de información, tan vital para el éxito de cualquier modelo de negocios en esta clase de industria, en cuanto a garantizar la veracidad de las bases de datos, análisis de entornos socio políticos, macroeconómicos, de mercados de las industrias estratégicas donde desarrollan operaciones e inversiones y especialmente de los mercados financieros. Todo lo anterior se debe realizar a una velocidad de tiempo real debido a que constituyen la base que sustenta la toma de decisiones de inversión donde se arriesgan grandes capitales en oportunidades de negocios que bien pueden llevar a tasas de rentabilidad muy alta o a pérdidas significativas, dado los entornos en que se mueve la economía mundial actual, parecida a la lógica de funcionamiento de un gran casino.
La utilización efectiva de tecnologías de la información de última generación es de capital importancia, debido a que, la velocidad con que son introducidas las tecnologías de punta, les da alguna ventaja temporal respecto a los competidores, pero lo más trascendental, es que les elimina las desventajas.
Las nuevas tecnologías de la información, cuando son utilizadas por el sector financiero, como plataforma inteligente permiten ampliar su aplicación de manera poderosa, como tecnologías de análisis complejos, que impulsa la creatividad en la elaboración de nuevos productos que se ven reflejados en la creación de sofisticados instrumentos financieros, así como, facilita establecer la fijación más precisa del valor de los activos a precios de mercado, tanto tangibles como los intangibles, para los cuales todavía no se alcanza capturar los valores reales a que se mueven en los mercados, donde las discrepancias entre valores en libros y precios de mercados pueden llegar a constituir enormes brechas, especialmente cuando se trata de establecer el valor de activos como el conocimiento.
La economía del conocimiento donde se aplican intensivamente las tecnologías de la información, exige un manejo más complejo y diversificado del riesgo[2]; no obstante lo poco predecible que resulta ser el riesgo, en la dinámica de funcionamiento de la economía global actual, debido a su lógica multifactorial y multicausal.
Existe en la actualidad, un proceso de desregulación de las operaciones financieras, empujado por los países del primer mundo y los grandes capitales internacionales, que en un futuro cercano impactaran directamente en el ámbito nacional. No cabe ninguna duda, que la banca salvadoreña regionalizada y en expansión en el continente, no tiene ninguna oportunidad de competir frente a los capitales financieros globales, que concentran gran parte de la riqueza acumulada en el planeta; en consecuencia, no les quedará otro camino que vender los bancos, que pasaran a ser controlados por la banca mundial, con impactos inmediatos para la economía nacional, debido a que este sector cuenta actualmente con enormes privilegios y un marco regulatorio que en primera instancia se negocia y solo se aplica en las formalidades de manera muy flexible en el contexto de una economía dolarizada que tuvo como único objetivo, blindar al sistema financiero sin importar las consecuencias que tiene para la economía nacional en su conjunto.
Muchos sostienen, que las empresas globales funcionan de manera más eficiente, y por eso, traerá efectos positivos para la economía nacional, eliminando o disminuyendo el riesgo de quiebra de los bancos, ampliando las fuentes y modalidades de financiamiento, especialmente cuando los créditos se orienten para hacer negocios y dinamizar la producción de bienes, servicios y comercio que serán favorables para el crecimiento económico a tasas elevadas de manera sostenida del país, se afirma también que las fluctuaciones a nivel internacional en la tasa de interés[3], se verá reflejada rápidamente, cuando sea a la baja.
Seguramente, ese tipo de enfoques excesivamente optimistas, no toman en cuenta que las empresas transnacionales funcionan y operan en las economías locales con diferentes estándares, de acuerdo a las regulaciones vigentes. Sus espacios de maniobra dependen de la libertad con que las instituciones reguladoras, creadas por los Estados las dejen actuar, cumpliendo la legislación si es indispensable, negociarla cuando sea posible y evitándola cuando se dé la oportunidad.
No se debe olvidar, que los grandes ganadores de la globalización, son las empresas que se desempeñan en el área financiera, concentran enorme poder a nivel global, del cual, hacen uso para crear condiciones favorables en las economías locales. Aunque el país cuenta con una economía dolarizada eliminándose el riesgo cambiario y el riesgo país, los bancos internacionales no vienen a los países del tercer mundo a tener rentabilidad y utilidades de primer mundo, las cuales son mucho más bajas, generalmente coinciden con la tasas de ganancia internacional del sector.
Es de destacar que las nuevas tecnologías financieras, están afectando y modificando directamente las relaciones entre los intermediarios financieros tradicionales, y los usuarios de los servicios, no cabe duda que la banca, tal cual la conocemos ahora, tiene muy poco futuro, especialmente, la de países como El Salvador, sino se reinventa y redescubre, cual es el modelo de negocios que debe crear o adoptar para el futuro la industria financiera, los costos y riesgos que tendrá que enfrentar.
Cabe señalar que otra característica de la época, está determinada por la imposición e implementación de programas de ajuste y estabilización económica de corte neoliberal, elaborados por los organismos financieros internacionales, siguiendo los grandes lineamientos de las apuestas estratégicas, establecidas en el Consenso de Washington que establece como una de las líneas de acción principal debe ser impulsar procesos de privatización de empresas, activos y servicios públicos propiedad de la sociedad y administrados por los Estados, lo cual trajo al tercer mundo las fusiones y adquisiciones que en el caso de El Salvador, como resultado de la privatización, esta la compra de ANTEL por TELECOM, la venta de las distribuidoras eléctricas, adquiridas por corporaciones transnacionales norteamericanas, el Banco Salvadoreño compro a BANCASA, el Banco Agrícola al Banco de Desarrollo, etc. Como los ejemplos más recientes de un proceso que se ha abierto y que se acelerará en el futuro, donde la compra y venta de las empresas se hará cada vez mucho más frecuente con tendencia creciente, debido a que nivel corporativo, las empresas que logran sobrevivir y compiten con sus competidores, por el acceso a capital, el costo mismo, disminución de precios de precios en los productos que ofertan en el mercado y una calidad creciente, como estándar de los servicios que ofertan.
Se debe puntualizar, que los actuales entornos mundiales en los que se mueven las empresas, especialmente las de la industria financiera, se enfrentan a un ambiente creciente de incertidumbre, volatilidad y riesgo, como resultado directo de los cambiantes entornos económicos, la presión expansiva de los competidores internacionales, y puntualmente de los accionistas que propugnan por un aumento rápido del valor de sus empresas y mayores niveles de utilidades, lo que pone al sistema financiero nacional contra la pared, enfrentándose a la necesidad de un enfoque y labor financiera más audaz, con aplicación intensiva de tecnología, y de mucha mayor solidez al momento de valuar sus opciones de negocios, así como, obtener apalancamiento financiamiento internacional de más largo plazo por lo menos a tasa de interés internacional y de administrar con mayor éxito el riesgo.
El sistema financiero como tal, se constituye para toda la economía en el sistema circulatorio, como lo que representa para el cuerpo humano el aparato circulatorio, por lo tanto, no puede haber un sistema financiero fuerte y una economía desacelerada, de bajo crecimiento crónico o en recesión; debido a que, una banca en crecimiento y desarrollo necesita de una ampliación del volumen de la actividad económica – financiera de los mercados, no de su contracción; en consecuencia, solo puede haber un sistema financiero sólido en una economía fuerte. Si no es así, las crisis financieras potenciales que puede enfrentar el país, terminará arrollándolos como sector, tal es el caso de Argentina.
Los nuevos escenarios financieros, han generad para los emisores de títulos, un acceso más fácil y directo a los tenedores finales, requiriendo para ello, no solo realizar las operaciones tradicionales que ejecuta la banca, sino también de operaciones financieras estratégicas. Eliminando el papel de intermediación que tradicionalmente ha desempeñado en los mercados financieros, lo cual le reduce un importante segmento de mercado.
Sin duda, que la banca en su concepción tradicional, se está quedando sin mercado en términos estratégicos, ya que las tendencias actuales muestran, que muchas empresas han desarrollado capacidades propias y especificas que en el pasado reciente efectuaba la banca, para realizar transacciones financieras a gran escala, realizando las funciones de análisis financiero y comercial para las que en el pasado, requerían de servicios especializados, incluso muchas de ellas diseñan sus propios instrumentos financieros tal es el caso de un importante grupo financiero en el país donde aprovechando un adecuado manejo del riesgo y su sólida solvencia financiera y crediticia pueden realizar estas operaciones aun incipientes, seguramente en el caso de empresas nacionales en el futuro cercano habrá otros grupos financieros que realizaran el mismo tipo de operaciones, para apalancarse financieramente[4] en proyectos específicos, que realizan o para obtener una inyección estratégica de capital fresco, y poder expandir sus actividades de negocio, no solo a escala nacional sino que regional.
EL CONTEXTO NACIONAL Y EL NUEVO ENFOQUE REQUERIDO, POR EL SISTEMA FINANCIERO
Es evidente que la innovación tecnológica y la globalización de la economía mundial, ha cambiado la industria financiera, especialmente su modelo de negocios tradicional, donde aun en el pasado reciente, le ha correspondido al sistema financiero, únicamente ser proveedor y administrador de fondos, el cual debe abandonar, asumiendo un nuevo paradigma estratégico, pasando a desempeñar una función especializada en el ámbito de las decisiones estratégicas, asumiendo también un rol esencial en la búsqueda, expansión y posesionamiento de nuevos mercados y el desarrollo de nuevos activos financieros, todo lo anterior, sin desarticularse de la dinámica económica en general.
Cabe destacar, que los bancos siguen privilegiando todavía como modelo de negocios funciones tradicionales, que se identifican únicamente con la gestión del efectivo, el modelo de negocios financiero tradicional, ha enfatizado en el flujo de caja[5], la obtención de márgenes mayores de intermediación, la maximización en el rendimiento de inversiones en el corto plazo, la cobertura de la deuda, etc. y en consecuencia como puede analizarse, únicamente enfatiza y se orienta, hacia la obtención de resultados inmediatos, de altos márgenes de rentabilidad a costa de la extracción directa de plusvalía de sus clientes, por los bajos intereses que les pagan a los ahorrantes, las elevadas tasas de interés en créditos hipotecarios, de consumo o tarjetas de créditos.
En líneas de financiamiento orientadas a la producción y negocios, el valor del dinero es significativamente alto, que incluye la tasa de interés nominal, más todos los cargos que tienen que cancelar, quienes se fondean con capital prestado por los bancos.
en general, las políticas crediticias y líneas de préstamo a las cuales acceden los pequeños y medianos empresarios, no solo les demandan garantías hipotecarias, donde arriesgan el patrimonio personal y familiar, sino que, les exigen también co-deudores en algunos casos, lo cual, hace difícil el acceso a fuentes de financiación, para desarrollar ideas de negocios que pueden ser extraordinarias.
Es de considerar que el sistema financiero salvadoreño, a inicios de la década de los 90´s paso de ser un monopolio propiedad del Estado a un oligopolio[6] privado, con tendencia a la cuasi monopolización, en el marco de una ley de privatización, que le entrego los bancos, a pequeños grupos de empresarios, muy cercanos a la primera administración del partido ARENA, en un proceso de poca transparencia y con resultados nefastos para los ahorrantes, la economía publica en general y las arcas del Estado.
No hay que olvidar, que los bancos administrados por el Estado se encontraban quebrados, debido a la enorme cartera de morosidad, de una gran cantidad de créditos otorgados sin las garantías mínimas a empresarios, políticos y a políticos – empresarios que fueron declarados como impagables e incobrables; en consecuencia dicha deuda, fue asumida por el Estado Salvadoreño, valga decir por toda la sociedad.
El sistema financiero salvadoreño privatizado a experimentado sonados fraudes y quiebras de instituciones, tal es el caso de INSEPRO, FINSEPRO, que se ha considerado como el caso más significativo de defraudación de la economía pública en El Salvador, cuyo principal accionista era el presidente del sector profesional del partido Alianza Republicana Nacionalista, ha habido otros fraudes que han centrado la opinión pública nacional como el de CREDICLUB.
En el caso de CREDISA, se le pago a los ahorrantes nuevamente con fondos propiedad del Estado, a través del otorgamiento en un de crédito, a tasa de interés del 1%, tomando como garantía la liquidación del patrimonio y los activos en general de la institución, los que fueron sobrevaluados y en ningún momento aseguraban el retorno del financiamiento, en más del 60% del capital otorgado, finalmente por decreto de la Asamblea Legislativa, para responder a las obligaciones adquiridas con los ahorrantes de devolverles sus ahorros. Cabe señalar que en este caso, en la Junta Directiva de CREDISA había prominentes miembros del partido de gobierno, que se desempeñaron como funcionarios públicos.
Dada la legislación vigente, las regulaciones especificas existentes, la manera en que se ejerce el control en el funcionamiento de las instituciones bancarias y el modo de cómo se negocia y resuelven las irregularidades, se puede afirmar que los casos mencionados, únicamente forman parte de los eslabones más recientes, que configuran una cadena mucho más grande, que frecuentemente continuará creciendo, constituyéndose en verdaderos escándalos nacionales mediáticos por un tiempo, pero que fueron y serán en el futuro causa de tragedias, para muchos ahorrantes, que cristianamente habían creído o continúan confiando en el sistema.
Es indiscutible el poder económico, que concentran los propietarios del sistema financiero, y su influencia directa en toda la economía, así como, a nivel político. Es de señalar, que parte de las explicaciones de una dolarización apresurada, tiene su origen en las fuertes presiones ejercidas desde los grandes grupos financieros, quienes son además los que pagan parte de la factura electoral del partido de gobierno. La dolarización es la piedra angular que viene maximizar el valor de los bancos, muy por encima del precio de mercado de sus activos, resuelve también parte de los temores e incertidumbre que ellos tenían de una devaluación del Colón, en un hipotético cambio de gobierno encabezado por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, dado el fuerte endeudamiento adquirido en dólares en el exterior, cuyas obligaciones de principal e intereses, tienen que devolver igualmente en dólares o en otra divisa internacional equivalente.
Asimismo, solo en ese marco de poder, donde han operado con un control absoluto del mercado salvadoreño, como cuasi-monopolios se explica en gran medida, los altos intereses cobrados por la banca durante la década del noventa, con una enorme brecha entre las tasas de interés internacional y la nacional, así como los bajos rendimientos pagados a los ahorrantes que no compensaban ni siquiera la inflación[7] real.
Por tanto, ahorrar dinero en la banca, a significado destruir valor, y por muchas justificaciones que se quieran esgrimir, a partir de la realidad del mercado, su causa esencial, se encuentra en un mercado oligopolico con tendencia a la monopolización, que opera parecido a un cartel, donde no funciona la oferta y la demanda, porque que hay, una oferta cautiva en el mercado de créditos y dinero y una demanda creciente con grandes necesidades de financiamiento, que son los ingredientes perfectos, para las distorsiones que se presentan en el mercado.
Asimismo, las instituciones reguladoras creadas por la ley, más pareciera que defienden los intereses de los bancos privados y no los de usuarios del sistema financiero, un mejor funcionamiento de la economía en general que potencie el crecimiento económico.
La firma de Tratados de Libre Comercio, en cierta medida presiona el sector financiero, pues sin duda, se ampliara la oferta de otras instituciones financieras, que ofrezcan un mayor valor agregado para los clientes de este sector; no obstante, lo poco atractivo que puede parecer un mercado pequeño como el que ofrece la economía de El salvador.
Lo que hay que señalar, es que la banca mundial vera en la economía dolarizada salvadoreña un espacio propicio, para abrir operaciones en toda la región centroamericana, y ya sea que vengan con sus bancos o compren los existentes, su presencia dominante en el mercado se encuentra a cinco segundos.
Si la banca nacional, se mete a competir con la banca mundial, no solo tiene muy pocas oportunidades de éxito, sino que probablemente no lo hará, quizás les resulte mejor negocio, venderles sus bancos, quedarse con alguna participación accionaria y como empleados ejecutivos administrando los activos de la banca mundial.
En todo caso hay que plantear una nueva perspectivas para el sector financiero, las cuales deberán estar marcadas por un cambio de estrategia de cara a las nuevas reglas, que sin duda vendrán con la firma de los tratados de libre comercio, en consecuencia, el sector financiero debe de modernizarse en su modo de hacer negocios, en una visión mas integra que incorpore los nuevos valores promovidos a nivel mundial, como empresas de responsabilidad social[8], para con el país y la sociedad; así como, emular la eficiencia de las entidades financieras internacionales.
A manera de punteo los aspectos que le corresponderá desarrollar a un nuevo modelo de negocios de la banca, se enmarcan en los siguientes factores:
a) Identificación y orientación hacia nuevas fuentes de creación de valor en el mediano y largo plazo.
b) Como sector deberán mostrar nuevas actitudes, conductas y comportamientos éticos desde una perspectiva de integridad que mantenga la confianza en los ahorrantes y haga olvidar los fraudes y quiebras recientes.
c) Sólidos y multifacéticos liderazgos para el desarrollo exitoso de las organizaciones financieras.
d) Construcción de nuevas visiones y paradigmas concretados en un nuevo modelo de negocios del sector financiero.
e) Elaboración y aplicación de nuevos enfoques teóricos que permitan establecer una nueva relación entre el mundo global, el sistema financiero y los otros sectores de la economía del país.
Si bien los mercados financieros y/o valores en la actualidad muestran un desarrollo insipiente, de cara al futuro seguramente con los tratados de libre comercio, surgirá la posibilidad de potenciar dichos mercados y la aplicación de nuevos instrumentos financieros; en consecuencia el sistema financiero, debe contar con liderazgos adecuados a la realidad, con muchas capacidades y conocimientos sobre las perspectivas de las finanzas en la actualidad, para que puedan propugnar por una orientación mas estratégica en las decisiones de negocios, que les permita crear valor a largo plazo.
El error más frecuente, que comete la banca en su visión tradicional, es enfocar todo hacia los RENDIMIENTOS Y UTILIDADES DE CORTO PLAZO en lugar de una perspectiva de largo plazo.
Cualquier enfoque estratégico del sistema financiero, debe prever y cumplir con la prueba de creación de valor sostenible en el tiempo, y como consecuencia, el proceso de la creación de valor debe depender de la traducción de la dinámica competitiva, en los que se mueve la economía en su conjunto, pues no es sustentable tener un sistema financiero obeso, mientras el resto de la economía, se encuentra en desnutrición crónica.
En economías como la salvadoreña, donde no existe un mercado de valores emergentes, la generación y distribución de utilidades erróneamente, es considerada como el mejor termómetro de la gestión financiera. Se debe romper con el viejo paradigma de utilidades a cualquier costo, pues esta claro que esta economía global de orden caótico, ha demostrado, que en el largo plazo, para las empresas de sector financiero, cuenta mucho la honestidad, el juego limpio, en general conductas éticas, transparentes para alcanzar objetivos de largo plazo y tener excelentes oportunidades de negocio sin atropellar a sus clientes y la economía en su conjunto.
La banca moderna para tener oportunidades de futuro, debe hoy realizar procesos de reconversión tecnológica y apalancar su capital intelectual, como parte de su preparación para insertar la economía nacional al mundo global.
El sistema financiero debe abrir un dialogo con toda la economía del país, de cara a superar los marcos rígidos de acción que presenta en la actualidad, sobre la base de un enfoque mas incluyente que permita superar la situación de estancamiento económico del país.
La banca ya no debe seguir succionando la sangre de la endeble economía nacional; por el contrario, su aporte puede ser sustancial para superar el actual bajo crecimiento económico. Sin embargo, no se trata de satanizar el sistema financiero, pues, en el mundo de mercados globales constituirá siempre un eje central de la economía.
[1] País con leyes, muy favorables en beneficio de las personas naturales y jurídicas, dueñas de los capitales que operan y se domicilian de manera legal y formal, como de modo informal en una nación, para pagar muy pocos impuestos o no pagar, por las operaciones que realizan en la economía y las ganancias que obtienen.
[2] Serie de inversiones realizadas, en diversas empresas o mercados con diferentes actividades económicas. Compra de activos variables con el objeto de minimizar el riesgo asociados a las inversiones de cartera.
[3] Se refiere al precio del dinero, es el porcentaje adicional al capital que se debe de pagar por capital prestado, que incluye la tasa de interés nominal, más todos los demás cargos, en que se incurre ya sean estos detallados u ocultos, que se pagan como parte del valor del dinero en un credito.
[4] El apalancamiento financiero, es la relación entre el pasivo exigible y los fondos propios en la estructura financiera. Una elación alta indica un apalancamiento fuerte y aumenta la rentabilidad sobre los capitales propios, siempre que la rentabilidad de la empresa sea superior al coste de los recursos ajenos.
[5] Se entiende por flujo de caja como la renta neta de una organización más amortizaciones, mermas, provisiones y dotaciones para reservas, que constituyen deducciones contables no pagadas de hecho por la caja.
[6] Situación desfavorable que se produce en un mercado, para los consumidores debido a que hay un reducido grupo de ofertantes de bienes o servicios en un área estratégica de la economía.
[7] Incremento en el nivel de precios que da lugar a una disminución del valor del dinero en el tiempo y por ende se reduce el poder adquisitivo.
[8] La responsabilidad social empresarial, es la expectativa de que las firmas y los empresarios deberían de actuar en interés de los consumidores y las sociedades donde operan, para contribuir de manera directa a resolver los problemas que enfrentan, especialmente a nivel social y ambiental.
En mayo del 2002, fue publicada una versión resumida en el periodico vespertino COLATINO
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