PRESENTACIÓN
La humanidad, durante el último cuarto del siglo XX, ha vivido transformaciones sin precedente en la historia, que han vuelto obsoletas concepciones, paradigmas y modelos de la llamada mejores prácticas, ya sean empresariales o en el contexto general de la economía. El paso del estadio histórico de la industrialización, a la era del conocimiento y la información, de la llamada vieja economía, a la nueva economía.
La actual economía global, caracterizada por veloces cambios tecnológicos, contextos políticos y sociales en permanente transformación, una agresiva competencia entre las empresas para penetrar, ampliar o controlar mercados o segmento de estos; así como, una nodal determinación hacia el apalancamiento del capital intelectual, como el elemento central determinante del valor.
Sin duda, que este proceso de rápidas transiciones y cambios permanentes en todas las esferas de la civilización actual, pero especialmente en el mundo de los negocios, y las formas en que estos se realizan, especialmente, por la nueva estrategia que se impondrá en el mundo a partir de los suceso del 11 de septiembre en los Estados Unidos, marcan una época de cambios o un cambio de época, lo cual, aún está en proceso de definición.
La actual realidad de la nueva economía, exigen de las empresas que quieran sobre vivir en el presente y hacer negocios en el futuro, tomar acciones rápidas, que le permitan formular estrategias para rediseñar la organización, de tal manera que puedan incorporar tecnología de la información, que se traduzcan en impacto altamente positivos generadores de valor, en los actuales entornos económicos y financieros, riesgosos y desafiantes, pero también de oportunidades.
La nueva economía digital, abrió la era de los negocios electrónicos, generando toda una hecatombe, que ha llevado a la ruptura con los viejos paradigmas y modelos para hacer negocios de la vieja economía. Planteando también una profunda crisis para la racionalidad clásica, ha vuelto obsoleto y liquidado el pensamiento lineal y la planificación entendida en el sentido tradicional. No obstante lo anterior, también abre nuevas posibilidades que reconceptualizan y redefinen la cadena de valor de las empresas, lo cual, requiere de un pensamiento estratégico en permanente construcción, concretado en la formulación de nuevos modelos de negocio, implicando sin duda alguna, un retorno al capital intelectual, como centro, eje impulsor y creador de valor.
La era de los negocios electrónicos permite redefinir y diseñar un mundo más polifacético, inagotable, conducido por la fuerza impulsora de las ideas, los nuevos conceptos de negocios, las estratégicas puestas en marcha y el análisis holístico permanente sobre las perspectivas de futuro, donde la única constante que caracteriza el mundo de la política, economía, la sociedad y negocios es el cambio.
En el presente texto, se hace un abordaje del contexto mundial, en el que, se desarrolla la era de la economía de la información y el conocimiento, como marco que ha permitido, el desarrollo de los negocios digitales y el comercio electrónico, se establece y la necesidad de un nuevo tipo de liderazgos que respondan a las nuevas realidades, con pensamiento holístico y desarrollo de la inteligencia emocional, característica fundamental que permitirá el surgimiento de liderazgos femeninos.
En el documento se reflexiona, sobre la necesidad de elaborar, permanentemente nuevas estrategias, para una realidad que cambia en las coordenadas menos esperadas, y que exigen la formulación de estrategias poderosas. Finalmente se reflexiona sobre las nuevas condiciones, que se han generado a nivel global, como resultado de los atentados terroristas del 11 de septiembre, en los Estados Unidos y las consecuencias para la seguridad mundial.
CONTEXTO DE LA ERA DE LA INFORMACIÓN Y DEL CONOCIMIENTO
La revolución – científico tecnológica, que experimentó el planeta en los últimos 25 años del siglo XX, marcó el punto de partida de un estadio económico – social de transiciones sucesivas e ininterrumpidas, que han tenido como núcleo central del cambio, la información y el conocimiento.
La caída del muro de Berlín, la disolución de la Unión Soviética, y el derrumbe de los países Socialistas de Europa del Este a finales de la década del ´80; Fueron hechos que alrededor de toda la tierra, se observaron como fenómenos de enorme perplejidad e inconcebibles; los cuales, únicamente han marcado la referencia de un mundo que se volvió mucho más complejo, menos predecible, más peligroso pero a la vez más excitante. Todo lo contrario de lo que Fukuyama apresuradamente le denominó El Fin de la Historia, o lo que los apocalípticos se han dado en llamar La Historia del Fin.[1]
Sin duda, que la era de la información y el conocimiento, han impactado las estructuras de la sociedad global y han reconfigurado los mundos locales. Se esta frente a una época de paradoja donde las relaciones internacionales transitaron de un mundo político – militar bipolar
(Unión Soviética – Estados Unidos), caracterizado por lo que se llamó La Guerra Fría; que mantuvo enfrentadas a las dos superpotencias por más de cincuenta años, para alcanzar la hegemonía y superioridad global estratégica y táctica, a través de ampliar los ejes de influencia geoestratégicos y militares, que metió a la humanidad en un proceso de armamentismo acelerado, donde los únicos ganadores en occidente capitalista fue el complejo militar-industrial y en el mundo socialista los excesivos presupuestos militares, fue una de las razones principales que los llevo al derrumbe.
No obstante la bipolaridad y la hegemonía compartida, con influencias territoriales más o menos establecidas, donde las opciones para las terceras vías nunca existieron realmente, pero un planeta controlado y con zonas en disputa claramente identificadas, era mucho más seguro, estable, predecible, menos dinámico y con pocos espacios de vulnerabilidad para las dos grandes potencias y sus aliados.
En la actualidad, se ha pasado a un período histórico unipolar, marcado por la hegemonía política, militar y económica absoluta, de los Estados Unidos. Sin embargo, las nuevas realidades de la globalización unipolar, han demostrado, que ésta es una era de mucha más vulnerabilidad, donde en el nuevo orden mundial, se ha combinado el poder absoluto y la anarquía. Curiosamente los recientes sucesos del 11 de septiembre, han dejado demostrado que las sofisticadas armas del poder; así como, el poder de las armas, ha dejado de ser suficientes para el control del planeta, frente a las armas del conocimiento, que han permitido el conocimiento del poder a través del poder del conocimiento.
Un cambio significativo de la geopolítica en la actualidad, está determinado por el surgimiento de poderosas y radicales organizaciones político militares, que acumulan los recursos económicos, medios suficientes y las capacidades de operatividad necesarias, para convertirse en una seria amenaza, que puede poner en jaque la seguridad de los Estados, o regiones completas en el mundo. Ahora los enemigos, más temidos y odiados en el mundo global, no solo son países, sino que grupo o incluso personas.
La globalización Unipolar, profundiza la brecha entre países ricos y países pobres, para lo cual, sólo basta ver los Informes de Desarrollo Humano que publican las Naciones Unidas. Sin embargo, paralelamente por necesidades del modelo, se ha producido, un proceso de desmonopolización y transferencia de ciertos niveles de información conocimiento y tecnologías, lo que ha sido suficiente, para romper con la asimetría absoluta, empoderando de este modo, a personas, grupos o países que tienen acceso a ellas, enfrentando con éxito y poniendo en serias preocupaciones a los supra poderes. Hechos que sólo son posibles en un período histórico como el actual.
LA ECONOMÍA DIGITAL Y LOS NEGOCIOS ELECTRÓNICOS
La era digital[2] genera fenómenos psico–sociales y económicos que modifican los estilos de vida de las personas, las formas de pensar y de hacer las cosas y por tanto, se están derrumbando los viejos paradigmas para tener éxito en los negocios; planteando nuevos desafíos en la organización y funcionamiento de las empresas, reestructura los enfoques de las cadenas de valor, volviendo obsoletas las antiguas concepciones gerenciales y como consecuencia se están reconceptualizando constantemente nuevas visiones y relaciones en los componentes de las organizaciones ya sean estos Clientes, Empleados, Proveedores, Accionistas y Gobierno. En síntesis se puede afirmar que la nueva economía trae consigo, un cambio estructural en la cultura general de la sociedad, organizacional y empresarial en particular.
La Economía del Conocimiento exige el conocimiento de la economía, de sus nuevas reglas, nuevas formas de hacer Negocios en el ámbito electrónico y las maneras de cómo opera El Comercio Digital[3] en el marco de un Modelo de Negocio donde lo vital resultan ser la visión y los valores, especialmente en los actuales mercados volátiles, en los que abundan las oportunidades, en los entornos del ciberespacio, donde literalmente la única constante es el cambio y consecuencia una organización de la era digital que sea carente de una visión clara y valores estará siempre a la deriva perdiendo oportunidades. Todo lo anterior se desarrolla en un mundo, que se mueve a altas velocidades, especialmente en el contexto de la competencia entre empresas, que no garantizan que un modelo de negocios[4] exitoso lo pueda ser, por mucho tiempo, dado que el comercio digital desarrolla sus ventajas competitivas a partir de las plataformas tecnológicas que configura y aplica, las cuales, en corto tiempo pueden ser copiadas y superada por otras firmas, agregándole valor añadido para sus clientes proveedores y accionistas.
Si el escenario en los mercados se presenta con una competencia despiadada, las organizaciones empresariales exitosas solo pueden mantenerse en esa condición, si logran estarse reinventando permanentemente en consecuencia eso solo se logra cuando lo que se venden son ideas, conocimiento, imaginación y creatividad.
EL LIDERAZGO, CON MÁS VIGENCIA HISTÓRICA QUE NUNCA, EN LA ERA DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO
Los apologistas de la nueva economía, han proclamado que se acabaron los líderes en el marco gerencial y que se abre una época de relaciones horizontales, particularmente por las nuevas formas de estructuración y funcionamiento de las organizaciones. Afirman que lo crucial de este período es el Apalancamiento del Capital humano como creador del capital intelectual, como factor esencial en la creación de valor y por tanto, el empoderamiento del mismo, juega un papel de primer orden. Lo cual, es totalmente cierto; sin embargo, todos los argumentos descritos, no fundamentan en lo absoluto tal tesis.
Quizás sea válido que los paradigmas de los liderazgos basados en el autoritarismo, sin conocimiento, carentes de ideas innovadoras, estén en crisis y tal vez obsoletos y seguramente llevaran al fracaso y la quiebra a sus organizaciones, pues en la nueva economía se demanda más espacio, más libertad y más creatividad en las organizaciones, para el desarrollo del talento del capital humano que crea el capital intelectual, se exige de relaciones más horizontales y en consecuencia, vuelve muy complejo los estilos de liderazgo y las características personificadas en el líder que es capaz de vislumbrar el horizonte de éxito, hacia donde quiere conducir su organización en un mundo más caótico lleno de perplejidades y complejidades que exigen que se aborde, desde múltiples perspectivas con enfoques holísticos. La inteligencia intelectual seguramente seguirá siendo factor indispensable y condición necesaria, pero no determinante para el éxito que demanda de niveles altos de inteligencia emocional para potenciar, organizar y canalizar adecuadamente todas las fuerzas creadoras e innovadoras dentro de la organización, en un clima de interacción humana que fortalezca las sinergias.
Se afirma, que la actual era se constituirá, en el periodo de la historia, donde los liderazgos de las mujeres surgirán con grandes potenciales de éxito, debido a que cada vez más, las funciones intelectuales que en el pasado le han dado ventajas de liderazgo a los hombre, estarán siendo asumidas por las la inteligencia artificial, desarrollada a partir de las tecnologías de la información y la convergencia con la revolución genética. En sociedades, donde las mujeres han alcanzado la inclusión, condiciones libertad, y equidad en oportunidades de educación sus opciones para desarrollar liderazgos les dará grandes ventajas respecto a los hombres, cuyas capacidades bio–históricas en el desarrollo de la inteligencia han estado orientadas hacia la inteligencia intelectual, al conocimiento duro, formalizado y sistemático, que ahora ya lo pueden realizar las maquinas en gran medida, pero han logrado un menor despliegue de su inteligencia emocional, y eso es, precisamente donde las mujeres tendrán una gran ventaja, debido a que las aéreas del cerebro que más se les desarrollan, tienen que ver con la inteligencia emocional, que son las condiciones para el éxito que la actual era económica y social, demandan de los liderazgos. La intuición, creatividad, e innovación son tres características centrales absolutamente indispensables y que son más inherentes de la personalidad de las mujeres, por tanto, esta es la era de las mujeres que saltaran en masa del hogar al mundo del trabajo, del trabajo a posiciones de dirección en las empresas, en las comunidades y de ahí a la política y todo lo anterior se dará aun cuando, en sociedades como las del mundo subdesarrollado, sean todavía hegemónicos los paradigmas machistas de exclusión social, política y económica. En algunas décadas tendremos como presidentas o primeras ministras de los países imperiales a mujeres.
Así también el surgimiento de las comunidades de negocios[5] se plantean como fenómenos inéditos, que presentan desafíos diferentes para los liderazgos en la era de la economía del conocimiento. Estas aun están en proceso de consolidación y desarrollo constituyéndose en una forma de hacer negocios genuinamente nueva, con muchas características ya consolidadas, su diseño es modular y altamente maleable, tienen capacidades para la rápida innovación y responden mejor a las demandas de consumidores informados y exigentes, al cambio tecnológico como constante, en síntesis a las amenazas que les enfrenta a mercados mucho más competitivos.
En estas comunidades de negocios digitales, se habla de liderazgos y responsabilidades compartidas, donde la divergencia de intereses es fundamental para el sistema, debido a que, en la medida que más participe cada socio en los procesos de valor agregado que se enfocan en el consumidor final, más efectivo será el sistema para lograr sus objetivos estratégicos. Lo anterior demanda una alta dosis de inteligencia emocional para integrar la diversidad y los distintos intereses que muchas veces solo tienen como punto convergente la generación de más valor para todos y esto requiere de nuevos atributos y características de los liderazgos.
En un mundo tan caótico, cambiante y complejo, con mercados que no le ofrecen ninguna garantía a nada ni a nadie, ahora más que nunca se requiere de liderazgos fuertes, persistentes, tenaces y audaces, de mucho poder, capaces de sobrevivir y tener éxito en esta nueva realidad económica que diariamente lleva a la quiebra a cientos de empresas alrededor del mundo.
Organización Horizontal, no quiere decir fin de los liderazgos, por el contrario, sí conduce al empoderamiento del capital intelectual y permite la construcción de procesos sinérgicos, contribuye a fortalecer los liderazgos de un nuevo tipo, que aprovechan al máximo la información y el conocimiento de la organización tanto el Tácito como el Implícito como fuentes básicas potenciadoras de la intuición, la creatividad e innovación para construir organizaciones inteligentes.
La Organización Creadora de Conocimientos, simboliza el prototipo de las empresas de la nueva era; sin embargo, el conocimiento por sí mismo no garantiza el éxito en los negocios. Se requiere de fuertes liderazgos o más bien de liderazgos con poder, pero de un nuevo tipo de líderes que combinen la Sabiduría y el Valor para insertarse en mercados cada vez más cambiantes, sobrevivir y tener éxito, sabiendo combinar los intereses de muchos actores.
LA ESTRATEGIA EN LA ERA DIGITAL
El imponente desarrollo de las tecnologías de la información a la vez que son cautivantes, resultan desconcertantes. Su capacidad innovadora y sus ciclos cada vez más cortos de obsolescencia, han generado confusión y crisis en los liderazgos de las organizaciones. Frente a tales hechos es legítimo hacerse las preguntas de rigor ¿Será a caso que en la era electrónica son las tecnologías de la información las que determinan las estrategias? o por el contrario ¿Sigue siendo la estrategia la brújula de las organizaciones? Al respecto, al tratar de responder a tales interrogantes, no se debe hacer de modo excluyente ni tajante, pues en una época multidimensional, que rompe con las cosificaciones de lo blanco y negro y da paso a infinitas tonalidades de grises, requiere de una respuesta más integradora y multicausal.
Se puede afirmar de modo concluyente, que las tecnologías de las informaciones crearon las condiciones para transitar de la economía física a la digital y que en la coexistencia de ambos modelos, es la economía materializada, la que se mueve a los ritmos, modos y formas de la economía Digital. En efecto, se puede aseverar que las tecnologías de la información han impactado las formas de hacer negocios, exigiendo la creación de nuevos modelos de negocios, llevando a las organizaciones a procesos de transformación estructural respecto a su inserción en los mercados y sus relaciones con la competencia.
Lo anterior, no sustituye el papel central y determinante que juega la estrategia y los estrategas. Las tecnologías de la información han creado un nuevo contexto y una nueva realidad de negocios, que modifica la forma y el contenido de la estrategia y las maneras y medios de cómo se desagregan y concretan en modelos de negocios explícitos, que al fin de cuentas es el modo específico de cómo funcionan y operan las empresas.
Manejar pensamiento estratégico y formular estrategia implica el manejo de niveles de incertidumbre, lo cual, demanda que se adopte una actitud de aprendizaje y no de conocimiento hacia el futuro, no solo para buscar las decisiones correctas, sino que, para poder escoger la mejor alternativa dentro de varias favorables. Que lleven a la selección de ideas poderosas que conduzcan a la toma de decisiones, como compromisos tácitos con la acción, donde se tenga claro, que las acciones se realizan siempre en el presente, no obstante, son la única manera de hacer el futuro, cuyo valor estratégico esta determinado, porque las acciones que hoy se desarrollan, son el único camino que nos conduce al futuro que se aspiramos.
No obstante lo anterior, si bien los bueyes siguen estando delante de la carreta, no es menos cierto que para ganar una carrera de caballos, si bien es fundamental un jinete experimentado, estratega y ganador le resulta imposible ganar la carrera, si no cuenta con un caballo con potencial y capacidad para ser ganador. Por tanto, se puede sustentar que hay una fuerte interacción, pues las tecnologías de la información adecuada y creativamente utilizadas, son un vigoroso instrumento y medio para hacer poderosas estrategias.
En un mundo que cambia todos los días, en las direcciones menos esperadas, formular estrategias de negocios resulta ser una tarea desafiante, cotidiana y permanente, que puede ser apoyada fuertemente por las tecnologías de la información, pero nunca sustituidas.
NEGOCIOS ELECTRÓNICOS, VERSUS COMERCIO ELECTRÓNICOS
Los líderes o gerentes de las organizaciones que no puedan hacer una clara conceptualización y diferenciación entre los negocios electrónicos y el comercio electrónico, no sólo destruirán valor de sus empresas, sino que las pueden llevar a la quiebra.
Toda organización que incursione en el mundo del comercio electrónico, sin definir una nueva estrategia, para establecer un nuevo modelo de negocios, propio de la era digital está condenado al fracaso. Esta claro, que el comercio electrónico sin concepción estratégica, convertida en modelo de negocio, es sólo un canal más de distribución sin brújula, que puede transformarse en competencia, del mismo negocio convencional. Por tanto, no se puede concebir como extensión del actual negocio tradicional de una firma. Implica hacer la arquitectura de todos los elementos centrales de la infraestructura para una nueva organización que incluye estrategias, programas y herramientas que la empresa utilizará para la creación de su cultura y la dirección de su desempeño.
En consecuencia, no se trata de un problema de tecnología, y la mejor tecnología de la información, igualmente llevará al fracaso a una empresa que incursione en este mundo a ciegas, sin teoría, sin concepción y por tanto sin dirección.
REFLEXIONES FINALES
Los sucesos acaecidos el 11 de septiembre en los Estados Unidos, seguramente en el futuro, serán el punto de referencia del fin de una era y el inicio de una nueva realidad histórica.
La Unipolaridad de principio de los 90´s del siglo XX, que dejo a los Estados Unidos como nunca antes se había visto en la historia, como el único centro de poder mundial político, militar y económico; dando paso a la construcción de una economía global, cuyos elementos esencialmente globalizados han sido las finanzas y la información, gracias al gran desarrollo de las tecnologías de la información, creando un sistema que parecía todo poderoso, arrogante y excluyente. Sin embargo, los Actos terroristas de Guerra ocurridos tanto en el Pentágono, como en las Torres Gemelas de Nueva York y particularmente sus exponenciales efectos en la economía mundial, los comportamientos psico - sociales observados especialmente en los habitantes de los Estados Unidos y la consecuente reacción del mundo occidental industrializados, han dejado al desnudo y en cierto modo de rodias, tanto a los principales impulsores de la globalización unipolar actual, como al sistema global.
No cabe ninguna duda que los efectos de esos hechos replantearan el actual orden mundial, pues tales sucesos, han mostrado lo excesivamente vulnerables que ha resultado ser el gigante, en las condiciones actuales, así como los desbastadores impactos que puede sufrir la economía, por los efectos en cadena y geométricos que genera un fenómeno de esta naturaleza.
Si bien, es muy temprano para sacar conclusiones futurológicas, lo que sí es cierto, es que las tecnologías de la información, se verán a la vez que dinamizadas por las nuevas estrategias de negocios, que seguramente ya se están formulando, en este nuevo contexto de guerra total contra el terrorismo, emprendida por los Estados Unidos y acompañado por algunos otros países, del mundo industrializado, lo anterior genera un entorno donde al mismo tiempo, los excesivos mecanismos de control, que exige la situación actual, se constituirán en mecanismo de freno, impuesto por la nueva estrategia de seguridad mundial.
Lo paradójico del asunto es que no obstante, el replanteamiento de la seguridad mundial, el actual sistema sin cambios, seguirá igual o más vulnerable, pero con costos económicos, políticos, sociales y humanos insostenibles en el largo plazo. Por tanto, con riesgo a aventurar pronósticos que pueden no ser certeros, no es descabellado afirmar que se esta en el umbral del nacimiento de una nueva realidad planetaria de mucha incertidumbre, que plantea variados escenarios posibles que se irán configurando y que ya habrá espacio para hablar de ello.
[1] En este periodo se planteo la tesis, que había llegado el final de la historia social y económica de la humanidad, donde el capitalismo, como modelo triunfador en sus diversas variantes frente al socialismo, seria para el futuro de todas las sociedades y los países, la única forma de organización social y económica de las sociedad a nivel planetario, y su régimen político de democracias liberales, la forma en que se tiene que gestionar el poder. El capitalismo por tanto, se presentó como el ideal del desarrollo social y la alternativa de que dispondrían las sociedades, únicamente seria el perfeccionamiento de su funcionamiento. Por supuesto que el anterior argumento es falso y solamente responde a los intereses de las potencias imperiales y los mega capitales ganadores, dentro del actual capitalismo global neoliberal con los Estados Unidos a la cabeza a través de su hegemonía geopolítica y militar, como potencia unipolar garante de la seguridad del planeta. Los hechos de los últimos diez años, están demostrando todo lo contrario.
[2] Se le denomina así, a la economía de la información y el conocimiento, resultante de la revolución científico-tecnológica, que han permitido el desarrollo de las llamadas tecnologías de la información, las cuales, están reconfigurando la organización y funcionamiento de las sociedades en su conjunto y la forma como se organizan y se hacen los negocios, dando paso el surgimiento, florecimiento y derrumbe de múltiples modelos de negocio.
[3] Una nueva empresa digital debe de ser capaz de cambiar a nuevas estructuras organizacionales para acomodarse y responder a nuevos factores externos, tener un conjunto central de sistemas organizativos que permitan la elaboración rápida de un prototipo de la organización y la capacidad para ascender.
[4] Se define el modelo de negocios, como el conjunto de actividades realizadas por las firmas, para seleccionar a sus clientes, diferenciar y definir sus propuestas o respuestas, identificando y estableciendo las tareas que ella misma desarrollará y aquellas para las que conseguirá fuentes externas, configurar sus recursos, ir al mercado, crear valor agregado para sus clientes y generar utilidades. Pueden ofrecer producto, servicios o tecnologías, pero esa oferta se encuentra dentro de un amplio y complejo sistema de actividades y relaciones que en su totalidad son el diseño del negocio que distingue a la empresa o compañías que participan de él.
[5] Una comunidad de negocios digitales o electrónicos es un grupo específico de negocios participantes que compartes intereses estratégicos y que en conjunto se proponen dominar en los mercados donde operan para ser dominantes en el entorno de las industrias en las que se mueven o pertenecen.
El texto fue publicado por COLATINO en octubre de 2001
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