Una reflexión, desde la Universidad de El Salvador, para centroamérica.
Documento presentado, en el tercer congreso del CSUCA. Celebrado en la ciudad de Guatemala, del 11 al 15 de septiembre de 1988.
INTRODUCCIÓN
Las sociedades centroamericanas, se encuentran en procesos de búsqueda de su identidad e independencia nacional, de cara a la construcción de proyectos económicos, sociales y políticos democrático - populares, en el marco de la autodeterminación, como naciones independientes que luchan por su soberanía nacional.
La actual crisis y conflictos que se desarrollan en la región, demandan de las universidades estatales de centroamérica, un compromiso histórico al servicio de las mayorías populares, para lo cual, las instituciones de educación superior tienen que tomar la desición de cambiar, iniciando procesos de reforma universitaria a través del desarrollo curricular, de sus facultades y carreras.
Las desafiantes realidades exigen de las instituciones universitarias profundos virajes en la reconversión intelectual para ponerse a tono con las grandes y urgentes necesidades de las sociedades en general y las mayorías populares en particular, asumiendo el papel que les corresponde desarrollar a través de la sistematización y producción de información y conocimiento, cultura, ciencia, tecnologías para aportar soluciones a los diversos problemas que más afectan a los pueblos en centroamérica.
Por tanto, las universidades deben asumir una mentalidad de cambio y replantearse las funciones que le corresponde realizar con excelencia y compromiso como lo son: la investigación, la docencia y la proyección social.
Como Universidad de El Salvador, se está implementando un proceso de reforma y cambios curriculares, con una clara opción preferencial por las mayorías populares de la sociedad salvadoreña.
El texto que aquí se presenta, recoge las primeras teorizaciones de este gran proceso y en él, se abordan la concepción, enfoque y métodos de la reforma curricular, desde la perspectiva de esencia y papel social institucional, que llevan a la universidad a plantear su proyecto político, convergente con las necesidades históricas de la sociedad del cual, se derivan las políticas, programas y procesos de cambio institucional a nivel académico - administrativo y como un aporte, para la discusión y el debate, en este Tercer Congreso, organizado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano, se plantea este documento para su análisis y reflexión.
DESARROLLO CURRICULAR UNIVERSITARIO
Las universidades centroamericanas no deben ni tienen que estar como simples espectadoras de los acontecimientos históricos forjados con la lucha y sangre de los pueblos.
La educación universitaria actualmente se articula a un momento histórico en el cual, la lucha de clases en el seno de las sociedades, se libra de manera frontal abierta y profunda, cuya máxima expresión es la confrontación entre dos fuerzas beligerantes que reflejan el enfrentamiento de dos proyectos políticos. Expresión concreta de dos opciones y modelos de sociedad cualitativamente diferentes.
Por una parte los grupos oligárquico- burgueses pro-imperiales, cuyos proyectos políticos en algunas de las sociedades centroamericanas se presenta con una máscara reformista, alternativas contra insurgentes impulsada especialmente en el salvador y Guatemala, planificada, dirigida y financiada por los Estados Unidos, en una clara demostración hipotecaria de la soberanía nacional y del legitimo derecho a la autodeterminación de los pueblos. Proyectos que son sin ninguna vialidad histórica en el mediano y largo plazo.
Por otra parte, están los sectores revolucionarios, patrióticos anti - imperiales y democráticos cohesionados en un solo frente popular de las fuerzas organizadas de los pueblos, cuyos proyectos democráticos – revolucionarios buscan la ruptura del orden antidemocrático, de injusticia social, violatorio de los derechos humanos, sin libertades políticas y de total ausencia de un estado de derecho tan esencial para la convivencia y coexistencia de todos los sectores de la sociedad, para dar paso a profundas transformaciones económicas, políticas y sociales y culturales; creando así las condiciones para una autentica democracia popular que concrete la justicia social y restaure y defienda la soberanía nacional.
Ante el cuadro trazado por la realidad social centroamericana, y las alternativas planteadas, la historia de las luchas más recientes de los pueblos, están demostrando grandes posibilidades de concreción a corto plazo, de los proyectos populares y si, las luchas emprendida siguen manteniendo su autenticidad, abnegación, perseverancia y fundamentada en principios y utopías en las que crean las mayoría populares.
Es indiscutible que las universidades no puedan estar de espaldas a las historias, como simples observadores de los autores, que son su lucha inclaudicable escriben la nueva historia en centroamérica.
Las universidades, como parte de sociedades concretas e históricas, no pueden estar al margen, ni por encima de las luchas y contradicciones vigentes en el seno de la sociedad, por lo tanto, en el marco de los países capitalistas dependientes, como los centroamericanos, profunda y radicalmente divididos por la agudización de la lucha de clases, les corresponde a las universidades desarrollarse en el marco de esas contradicciones, que se reflejan al interior con las particularidades propias de instituciones de educación universitarias, concretas e históricas compuestas por estudiantes, docentes y trabajadores administrativos y de servicio.
Los diferentes sectores universitarios, expresan de manera muy vedada algunas veces y en otras abiertas, los intereses de clases vigentes en la sociedad, propugnados por una de las fuerzas beligerantes. En tal sentido, es indiscutible que las luchas manifiestas en la sociedad mantienen presencia al interior de la universidad.
Los sectores universitarios reaccionarios y más atrasados, ya sea de manera consciente o inconsciente asumen, una posición de clase en defensa del modelo de dominación vigente, al sustentar posiciones de un profundo contenido político e ideológico. Sus concepciones expresan artificiosamente una supuesta neutralidad de la educación, la ciencia, la técnica y la cultura.
Es indiscutible, que los argumentos esgrimidos por las fuerzas conservadoras, son formas sutilmente elaboradas para minimizar el potencial social de las universidades, idénticas con las luchas, intereses y aspiraciones de las mayorías populares.
La educación no es neutral, por mucho que se le declare al margen o por encima de los procesos históricos que viven los pueblos centroamericanos, especialmente la educación universitaria esta enmarcada en el ámbito de la política; y constituye en enconado campo de batalla y de disputa ideológica, por tanto, desde su propia especificidad asumen una opción y una posición política de clase.
Declarar neutral la ciencia, la técnica, el arte y la cultura que se elabora y sistematiza desde las universidades, constituye una expresión concreta de la ideología dominante circunscrita a los proyectos oligárquicos - burgueses y reformistas.
En sociedades, donde las mayorías populares son explotadas y lanzadas a abismales niveles de vida, por un puñado de explotadores, (excepto Nicaragua, en proceso de transformación social profunda) la ideología de la neutralidad de inscribe como bandera de batalla de los sectores oscurantistas, oligárquicos y reformistas. En las universidades centroamericanas la ideología de la neutralidad es esgrimida sutilmente para frenar el proceso de desarrollo universitario.
Para el análisis profundo de las universidades, que permite declarar la esencia de las contradicciones nodales a su interior. Es necesario penetrar a la dialéctica de los procesos universitarios, en sus múltiples relaciones con los procesos de transformación social. Es esencial definir las condiciones objetivas y subjetivas con que cuentan las universidades para desarrollarse en el marco de las contradicciones de clase, precisando las posibilidades concretas de materializar de cara a las necesidades de los pueblos una gran política universitaria de reforma y renovación académica-administrativa.
Para tales efectos es indispensable trazar el cuadro exacto, justo y preciso que presenta la realidad universitaria en su más genuina expresión.
Para articular las universidades con grandes procesos de cambio curriculares que reflejan a su vez, las transformaciones ocurridas en las sociedades y las nuevas necesidades surgidas en los sectores populares, es necesario plantear e intentar esclarecer algunos problemas cardinales que constituyen la piedra angular de la renovación universitaria.
En tal sentido, definir la naturaleza, la esencia de las universidades y el papel o función social que les corresponde desarrollar, constituye el primer problema nodal, revistiendo características filosóficas o teóricas.
Plantear objetivamente una propuesta universitaria, que dé respuestas a las necesidades históricas de proyectos sociales-nacionales de corte popular, valorando con exactitud, el papel actual o potencial que puedan desarrollar las universidades, tanto académicamente, como políticamente; lo cual, constituye un segundo gran problema de características estratégicas.
El tercer problema, mucho mas concreto, y por tanto mucho más complicado, esta orientando al accionar institucional, a la manera de cómo se definen los métodos, mecanismos y procedimientos operativos-institucionales para desarrollar la grandes políticas universitarias, de cara a fortalecer la unidad de los diversos sectores que interactúan en la universidad, en torno a los proyectos históricos (político) que se plantea cada institución; formulado así, al problema adquiere un carácter táctico.
ESENCIA Y PAPEL SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES
El marco filosófico, político e ideológico sobre el cual, sustentar el proceso de cambio curricular universitario en general y de las diversas facultades y unidades académicas en particular, está determinado por la opción y los principios fundamentales que defienden la naturaleza y compromiso de las universidades. En el caso de la Universidad de El Salvador, su esencia se expresa en los cuatro conceptos que la definen como popular, democracia, libre y humanista; en tal sentido, todo cambio curricular debe ser integral, contribuir a materializar la opción, compromiso y finalidad universitaria con el pueblo salvadoreño. Por tanto, la única garantía de que la institución cumpla con su misión histórica, son todos los sectores progresistas, estudiantes, docentes y trabajadores administrativos y de servicio.
Los proyectos políticos que se plantean en las universidades solamente pueden ser materializados ¨garantizando¨ que los procesos de reforma y cambio curriculares ¨ no se desvíen de los principios fundamentales que orientan el accionar universitarios .¨ Esto exige, a todos los universitarios progresistas organizados en un solo frente, mantener una actitud participativa, critica, autocritica y vigilante; no permitido que los enemigos de las universidades, la ciencia y la cultura desvirtúen el papel de estas, y las formas de cómo asumen sus responsabilidades históricas.
EL PROYECTO UNIVERSITARIO Y LAS NECESIDADES HISTÓRICAS DE LOS PUEBLOS CENTROAMERICANOS
De hecho, cada proyecto universitario de reforma o renovación curricular, tiene razón de ser, únicamente al articularse con la multiplicidad de las necesidades de los mayorías populares y las sociedades en general, debe ser una respuesta universitaria a las crisis nacionales de cada pueblo centroamericano, identificarse con las grandes necesidades sociales de las masas populares. Por tanto, los cambios curriculares, únicamente tienen sentido si contribuyen a desarrollar las universidades con relación a proyectos populares y democráticos nacionales.
La relación pueblos universidades, no tiene que ser una relación teórica o una aspiración abstracta, tiene que ser concreta y practica; cada acción universitaria, debe de contribuir a un acercamiento cada vez mas unitario de las universidades con sus respectivos pueblos.
En un proceso de transición social, la reforma universitaria y por ende el currículo, no debe considerarse como un proyecto educativo con implicaciones políticas, por el contrario, la reforma y los nuevos currículos de las universidades centroamericanas, tienen que ser valorados como, proyectos políticos con implicaciones educativas, debido a que, el proceso de renovación que deben plantearse las universidades, no se tiene que limitar a una simple actuación de planes y programas de estudios, tienen que ir más allá de la introducción de nuevos métodos de enseñanza, de nuevos modelos de evaluación, del simple cambio contenido librezco; el currículo como tal, para las necesidades de las sociedades de los países centroamericanos, tienen que trascender la dimensión pedagógica, no se trata de modernizar los pensum de materias, de cambiar el nombre de algunas asignaturas, ni de sobrecargarlas de contenido tecnicistas, que no contribuyen en nada, a la formación del nuevo profesional que reclaman las sociedades.
Los procesos de renovación, tienen que ser muchos más profundos y los proyectos políticos de las universidades, deben ser lo suficiente amplios y concretos para orientar los procesos de reforma.
Toda reforma o cambio curricular debe fortalecer la unidad pueblo- sociedad - universidad y en el caso de la universidad de El Salvador, la renovación permite que la razón de ser de esta, todo aquello que le da sentido y al cual, se debe íntegramente sea el pueblo salvadoreño, ¨ su primer deber y su primera exigencia están entonces en su contribución a la defensa y materialización de los intereses fundamentales de este pueblo, así como sus autenticas y legitimas aspiraciones ¨.
En tal sentido, cualquier intento de reforma curricular que no responda a fortalecer la vinculación pueblo- sociedad- universidad, esta fuera del contexto histórico que exige, el proceso de transformación social de los pueblos del área centroamericana.
POLÍTICA UNIVERSITARIA Y REFORMAS CURRICULARES
Es indiscutible, que las reformas y cambios curriculares en el seno de las universidades centroamericanas, tienen que ser impulsados en el marco de las contradicciones manifiestas, al enfrentarse intereses contrapuestos y antagónicos, entre los sectores conservadores y fuerzas progresistas.
El problema que se plantea, adquiere características complejas y nos enfrenta a algo muy concreto: la forma en que las universidades tienen que planificar y conducir los cambios, buscando garantizar en la práctica la opción asumida. En efecto, se plantea la necesidad de la discusión permanente de los problemas universitarios y el constante replanteamiento de los métodos, mecanismos y procedimientos definidos por las instituciones para garantizar las profundas transformaciones.
La dimensión del problema que se analiza es dinámico y exige una constante valoración del trabajo, una permanente evaluación de las políticas universitarias; las reformas exigen un desarrollo curricular efectivo, la unidad de pensamiento y acción de las fuerzas universitarias progresivas, requiere de una clara estrategia para construir la unidad de todos los sectores que simpatizan con el proyecto de reforma.
La política de las universidades, tiene que definir las orientaciones de trabajo; las cuales, deben tomar formas concretas de acuerdo a la especificación y naturaleza que adopte la reforma en cada una de las universidades.
DESARROLLO CURRICULAR UNIVERSITARIO EJE FUNDAMENTAL DE LA REFORMA UNIVERSITARIA
Las universidades son instituciones esenciales académicas cuyos objetivos y accionar político deben alcanzar a través de objetivos y acciones académicas.
El currículo universitario, como proyecto político, traducido a un planteamiento educativo, constituye el eje articulador de la educación superior, con las necesidades históricas- sociales del pueblo. De tal forma, que muy por el contrario, a las concepciones erróneas ampliamente difundidas en las universidades centroamericanas e inclusive en algunos sectores progresistas, que reducen el proceso de cambio curricular a un simple documento elaborado por ¨ técnicos ¨ en un escritorio, o desde dentro de la universidad únicamente resulta ser una noción incorrecta, tampoco se debe confundir con el plan de estudios, pues este constituye, una de las fases necesarias, pero no la única ni la más importante. El plan de estudios es el resultado de un proceso sucesivo de análisis y síntesis de las fases previas de la construcción curricular.
En torno a la problemática curricular, que se plantea en las universidades y las concepciones erróneas o parcialmente ciertas, muy generalidades en los sectores responsables de la elaboración curricular, se hace necesarios, efectuar algunas consideraciones que aporten nuevos elementos para la discusión para el proceso de cambio.
Es obvio, que en amplios sectores universitarios, no se tiene una definición clara y objetiva de los alcances de la renovación curricular, no se logra precisar qué es el currículo y cuál es el ámbito universitario que absorbe.
Algunos sectores, no le dan la importancia debida, porque consideran que el marco de acción curricular, se circunscribe únicamente al proceso enseñanza-aprendizaje; concibiéndose que hacer currículo es modificar planes de estudio, o realizar un análisis de asignaturas; lo cual, significa soslayar su valorización real y tal postura representa un pensamiento desligado de la realidad y del proceso histórico actual. Parece entonces, que aun no hay una clara consciencia, del significado del cambio curricular.
Por otra parte, los sectores conservadores, oponen una clara resistencia, al mínimo cambio que se quiera implementar en el seno de las universidades, utilizando formas muy sutiles, que algunas veces no son perceptibles, si no se tiene una profunda claridad de lo que se esta haciendo y del significado anti universitario de estos sectores, que aparentemente apoyan el proceso de cambio, pero en la práctica, son quienes ofrecen los mayores obstáculos para el desarrollo.
Los sectores anti universitarios, cuya posición de clase es manifiesta, adoptan algunos métodos como la crítica destructiva, la resistencia pasiva, el desprestigio a los cambios impulsados y a quienes los hacen; no se comprometen, ni participan y cuando lo hacen solo es para destruir, no asumen ninguna responsabilidad en el proceso de reforma y la crítica la realizan desde afuera.
El currículo, no se reduce a un conjunto de pasos o procedimientos definidos, tal como lo concibe el enfoque de la tecnología educativa norteamericano, tan difundido y arraigado en los círculos docentes de las universidades centroamericanas. El planteamiento de un currículo de universidades comprometidas con las mayorías populares, trasciende los marcos del reformismo político o ecléctico que concilian diferentes enfoques, haciendo una mezcla fragmentaria que únicamente beneficia a las fuerzas oscurantistas y conservadoras.
Los enfoques curriculares, el tipo de reformas y cambios que se introducen a la universidad, no son abstractos, responden a una posición partidista de clase, de tal forma, que detrás de cada planteamiento curricular, es necesario descubrir los intereses de clase que los sustentan, los fundamentos ideológicos y políticos sobre los cuales se edifican. Aclarando que en muchos de los casos, los portadores, de tales concepciones, desconocen y no tienen clara conciencias de las repercusiones de sus paradigmas y nociones educativas.
Es importante esclarecer, que los enfoques curriculares conocidos, promocionados y arraigados en las universidades, discrepan mucho con la declaración de principios y el discurso ideológico que se maneja en la mayoría de instituciones centroamericanos, no responden a la esencia de universidad que necesitan las mayorías populares en particular y las sociedades en general.
Esto se debe, a que los modelos curriculares que penetran las universidades del área, responden a realidades históricos-sociales, donde, la única misión que cumplen dichas universidades, es la de fabricar cuadros profesionales, para el sistema productivo de ¨ libre empresa ¨. Es indiscutible que ni la tecnología educativa, ni los enfoque eclécticos fragmentarios pueden constituir el soporte metodológico para sistematizar la reforma universitaria, lo que no significa que se pueda utilizar, los elementos tanto metodológicos, como técnicos aplicables dentro de una concepción propia universitaria, es necesario que a la luz de la riqueza que produce la practica colectiva de las mayorías populares centroamericanas, las universidades sistematices sus propios modelos, con una pedagogía científica surgida de la práctica, de nuestra propias experiencia histórica.
El desarrollo del sistema educativo de las universidades centroamericanas, es una experiencia en proceso, la cual, se debe valorar y teorizar sobre la base de los resultados obtenidos, en las universidades donde se han iniciado procesos de renovación; y retomar todos aquellos elementos comunes generales, que pueden tener presencia en todos los procesos de de reforma universitaria.
Los nuevos modelos de educación universitaria, se construyen en la práctica, en la dialéctica misma de los procesos de cambio. La educación universitaria, el currículo universitario, deben ser considerado como una abstracción exacta y justa de la realidad histórica, como proceso dialéctico donde queda reflejado un cúmulo de necesidades sociales; por tanto, este no puede ser, acabo ni estático, el proceso de elaboración y desarrollo curricular, están en permanente cambio y transformación. Y en la medida, que las necesidades cambien el proceso debe cambiar, para converger adecuadamente con la realidad.
En términos gnoseológicos este planteamiento se puede formular de la siguiente manera: en la medida que la realidad cambie, el currículo debe cambiar, debido a que el cambio curricular, debe ser la expresión concreta de las modificaciones que se producen en el seno mismo de la realidad social.
Cualquier proceso de cambios curricular, al interior de las universidades, debe captar en su esencia, la tendencia del desarrollo histórico, de las sociedades centroamericanas, lo cual, le permitirá cohesionar en su columna vertebral, las orientaciones estructurales básicas, “del proceso de cambio social”, con lo que se mantendrá estable el núcleo central del diseño curricular.
El planteamiento curricular, como conjunto de hipótesis y unidad de variaciones de a realidad, no logra captar la totalidad de facetas que la componen, puesto que la integración de los diferentes elementos que forman el currículo, únicamente es posible cohesionarlos en la práctica, cuando ya se está poniendo en ejecución, por tanto, la implementación curricular, puede iniciarse con un planteamiento básico de primer acercamiento a realidad.
Erróneamente, muchos consideran que para dar inició, tienen que tener planificado hasta el ultimo detalle, desconocen quizás, que es la práctica, como criterio de verdad la que les va a demostrar, las inconsistencias de los moldes educativos, los aciertos y las partes que necesitan todavía, de una elaboración mas acabada, mas precisa.
El currículo necesariamente, como expresión concreta de nuevo, se abre paso en un marco de contradicciones, de los diversos sectores que conforman las universidades. Es la lucha de lo nuevo, que emerge y se desarrolla, frente a lo viejo que muere.
La renovación curricular puede ser gradual o revolucionaria. Esto depende, de la forma como las universidades se articulen, a los procesos de transformación social de cada país, así como, de la capacidad desarrollada por las mayorías populares y los espacios que hayan conquistado al interior de cada universidad en el contexto de las sociedades.
Una de las dificultades más frecuentes, con las que tropiezan los procesos de cambio curricular, son las afirmaciones de que no tenemos especialistas en diseño curricular y que es necesario inclusive formarlos primero. Obviamente este tipo de planteamientos ideológicos, deberían de estar fuera del contexto doctrinal del proceso de reforma universitaria centroamericana.
Bajo las condiciones en que las universidades realizan sus cambios curriculares, el éxito o el fracaso, dependen fundamentalmente de la firme voluntad de las fuerzas progresistas y la capacidad para organizar y movilizar a todos los sectores universitarios en torno al proyecto curricular.
Las limitaciones económicas son factores de mucho peso, pero no son fundamentales en la lucha universitaria, los especialistas para los cambios curriculares de las universidades centroamericanas, tienen que forjarse en la práctica, aprender a valorar el enorme impacto de los cambios curriculares y las reformas de las universidades en las sociedades, acompañando así, desde la educación en los cambios revolucionarios que en el seno de las sociedades ya se están produciendo.
NO MÁS PALABRAS ESPECTACULARES, SI NO, ACCIONES ESPECTACULARES.
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1 comentario:
quiero felicitarlo por su gran amplitud a la realidad, soy una persona que desde hace seis años intento ayudar a la niñez y juventud en su desarrollo en medio de tantos problemas que enfrenta; me gusta su forma de ver las cosas y su forma de enseñanza ya que soy su alumna siga asi y luche para que logre alcanzar sus objetivos y si algun dia necesita de mi ayuda asegurese que la tendra.
Att. Gabriela Rivas
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