jueves, 5 de junio de 2008

LOS DESAFÍOS METODOLÓGICOS DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA

INTRODUCCIÓN
El trabajo que se presenta a continuación retoma los aportes de la epistemología (gnoseología), la psicopedagogía; enfocados desde una perspectiva dialéctica así mismo asume los principios esenciales de la educación popular surgida en el proceso histórico Latinoamericano y aplicados en el nivel universitario El método propuesto es una guía tanto conceptual como procedimental para desarrollar una praxis docente sistematizada y desarrollar el proceso enseñanza – aprendizaje de modo metódico.


VISION FILOSÓFICA DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE EN EL NIVEL UNIVERSITARIO

La asimilación consciente de los conocimientos en el proceso educativo, debe constituir la piedra angular en la búsqueda de la excelencia académica del profesional graduado por la universidad para su formación polifacética y omnilateral como capital intelectual de alto nivel.

Las grandes tareas históricas que está obligada a cumplir la educación superior, el compromiso, militante asumido en la construcción de una sociedad democrática, exigen hoy; de las universidades profundos procesos de reconversión intelectual cuyo eje esencial de las reformas en la universidad lo deben de constituir las transformaciones curriculares; con el objeto de lograr la elevación permanente de la calidad académica como proceso convergente con las necesidades del nuevo milenio, el necesario desarrollo de las actividades científico - investigativo, contextuadas en los grandes problemas y necesidades vinculadas al desarrollo sustentable y sostenible del país, la formación constante sostenida y sólida del capital intelectual universitario (docentes), en las áreas políticas – filosóficas, didáctico – pedagógicas, metodologías de la investigación científica y en las múltiples facetas de su especialidad profesional; en una área específica del conocimiento, la ciencia y tecnología orientadas a la aplicación y a resolver problemas; así mismo se demanda de los estudiantes: una actitud de aprendizaje, de pasión por el conocimiento, desafiantes en la búsqueda de respuestas por lo desconocido, responsabilidad, disciplina universitaria y la participación consciente y honesta en los procesos de transformación universitaria y de la sociedad.

En el enfoque del problema de la calidad académica como núcleo generador de profesionales protagónicos en la solución de las grandes tareas históricas nacionales, es de cardinal importancia que el proceso educativo se plantee con justeza, seriedad académica y sustentado en un trabajo científico metodológico sistemático, insertado en las realidades económicas, políticas, sociales, culturales en los marcos de análisis planteados por la globalización y sus efectos en la configuración de la realidad nacional. Lo que significa hacer corresponder lo enseñado por el maestro (as) y lo aprendido por los (as) estudiantes, con la vida práctica y desarrollar los procesos educativos en condiciones reales de aprendizaje.

Por tanto la planificación, organización y sistematización de la enseñanza como proceso de dirección asumido por los maestros (as), constituye uno de los principios operativos fundamentales para concretar los grandes objetivos sociales a que debe responder la actividad universitaria, haciendo los virajes académicos que sean necesarios. Hay que destacar, que el planteamiento y sistematización de la educación en general y universitaria en particular no se agotan en el proceso formal del montaje pedagógico de la enseñanza - aprendizaje; la concepción, modelo de organización del proceso docente educativo, su grado de practicidad y eficiencia traducida en resultados de aprendizaje se explica en la ejecución misma de la enseñanza.

No existe educación neutral debido a que en todo proceso de enseñanza – aprendizaje está implícito una concepción del mundo, de la sociedad, del ser humano, de la cultura, del conocimiento, de la ciencia y la educación; en tal caso la organización y ejecución del montaje pedagógico reflejan una opción y acción política veladas o abiertas, expresada por el tipo de instrumentación pedagógica, por el conjunto de acciones educativas determinantes de las relaciones entre el educando y el objeto de conocimiento, el docente y el alumno, el objeto del conocimiento y el docente así como todo el entorno en que se desarrolla todo el proceso.

ABORDAJE EPISTEMOLÓGICO DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA


Las formas en que se evidencia este tipo de relaciones en el proceso enseñanza – aprendizaje pueden ser de los siguientes modos:

A. La ejecución de los procesos educativos donde el educando únicamente es un objeto (cosa) capaz de registrar los datos provenientes de la realidad, un ser pasivo determinado a través de las influencias recibidas del medio externo donde en la conciencia del estudiante, el objeto de conocimiento se presenta como algo acabado, estático, sin movimiento, sin desarrollo. En este tipo de modelo educativo se reproducen las relaciones de dominación y subordinación vigentes en la sociedad, expresadas por la autoridad “total” del maestro y la dependencia manifiesta en todos los ordenes por el estudiante; Evidentemente con un paradigma de la enseñanza de esta naturaleza, la asimilación consciente se encuentra ausente; obteniéndose resultados de aprendizaje poco relevantes y nada útiles para resolver problemas y necesidades del país; con un enfoque así, se configuran mentes grises poco creativas sin criterio y con una personalidad generalmente arribistas como dóciles servidores.

B. Con el fracaso de la concepción gnoseológica donde el sujeto de la educación se vuelve objeto y el objeto se presenta como algo determinante, surge una nueva noción educativa que establece un nuevo tipo de relación entre sujeto y objeto de conocimiento, identificado con las concepciones pedagógicas activistas que representaron cierto nivel de progreso con relación al primer enfoque cosificado. El sujeto de conocimiento (estudiante) determina al objeto en todas sus dimensiones (realidad, objeto de estudio); es decir, crea, transforma y establece los cambios en la realidad a través de su propia actividad, pero se niega la posibilidad de influencia del objeto sobre el sujeto. Bajo tal enfoque queda incompleto un proceso de asimilación consciente integral. En síntesis, las corrientes educativas que considera al educando (a) únicamente con capacidad de registrar en su conciencia hechos y datos de la realidad, con lo cual niega la acción transformadora del sujeto sobre el objeto, es igualmente limitada y unilateral a la tesis que destaca al sujeto como determinante y creador de la realidad, que asigna un papel pasivo a ésta; tales posiciones tienen su asidero filosófico y psicológico en el pragmatismo, el positivismo y en el conductismo y en múltiples enfoques de las escuelas psicológicas especialmente norte americana.

C. Un enfoque más dialéctico y en consecuencia más dinámico de la asimilación consciente se erige sustentado en un planteamiento epistemológico que debe intentar resolver las contradicciones en apariencia entre sujeto y objeto, así como el divorcio y las posiciones unilaterales que privilegian a uno de los dos elementos. Se considera que el conocimiento surgido de la relación que media entre el sujeto cognoscente (educando / a) y el objeto de conocimiento (realidad estudiada) es en esencia dialéctica por su naturaleza, de modo que se concibe como interacción recíproca donde el sujeto (educando / a) aprende en actividad, utilizando y aplicando métodos, técnicas y medios de cognición en la medida que hace recaer su acción transformadora sobre la realidad (natural o social); de esta manera se modifica a sí mismo, bajo la influencia determinante de la realidad objeto de estudio.

El modelo de educación alternativa para el cambio debe sustentarse en aquellas teorías del conocimiento que permita estudiar adecuadamente la realidad objetiva y alcanzar la verdad. Todo proceso educativo debe diseñarse, ejecutarse y evaluarse siguiendo el camino recorrido por el proceso cognoscitivo, materializarse y adoptar formas concretas en los diferentes escalones del conocimiento desarrollado por el ser humano, que se inicia con las sensaciones, percepciones, representaciones e imágenes, hasta llegar a la abstracción; ésta permite la comparación, generalización y clasificación, y culmina con la elaboración de las categorías conceptuales.

El desarrollo de conceptos en la enseñanza, es un elemento fundamental para la captación y aprehensión de las cualidades esenciales y necesarias de los fenómenos, procesos y hechos de la realidad objeto de estudio; así se pasa a definir y consolidar el saber a través de la concreción.

La concreción del proceso cognitivo es un eslabón superior del conocimiento, donde simultáneamente hay un desarrollo de sucesiones analítico – sintéticas, inductivo – deductivas; en este eslabón del conocimiento, el correcto enlace entre teoría y práctica, la inserción e interacción con la realidad es fundamental para el dominio y desarrollo de habilidades, de hábitos, de la formación de la personalidad y la conciencia, la elaboración y desarrollo de juicios y consolidación de convicciones, así como para el desarrollo de una concepción olística y científica del mundo.

El desarrollo superior del conocimiento debe llevar a la elaboración de teorías que planteen soluciones a los problemas de la realidad objeto de estudio; asimismo, al surgimiento de nuevas hipótesis a través de la producción científica que permita predecir el comportamiento y/o establecer escenarios probables prospectivos de un fenómeno determinado.

Esta concepción gnoseológica en el marco de la educación debe ser traducida a un montaje pedagógico, lo cual permitirá el diseño y ejecución del proceso docente – educativo bajo este enfoque filosófico.

La asimilación consciente es un principio didáctico basado en el desarrollo cognoscitivo que parte como lo señalaba Lenin:
“De la percepción viva al pensamiento abstracto y de este a la práctica: tal es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad”[1]

La asimilación consciente se define como aquel conjunto de principios de la didáctica mediante el cual se garantiza el sólido conocimiento de hechos, definiciones y leyes, la profunda comprensión de las deducciones y generalizaciones, junto a saber expresar correctamente los pensamientos mediante la palabra; la transformación de los conocimientos en convicciones y la capacidad de emplear por sí mismos esos conocimientos en la práctica[2]

La asimilación consciente se plantea como tarea fundamental, la erradicación de los procesos de aprendizaje que se reducen a la memorización y repetición mecánica de información y conocimientos no comprendidos. La metodología del proceso docente educativo basado en las etapas de la asimilación consciente exige rigor científico, disciplina académica: y sobretodo, planificación de las acciones de enseñanza – aprendizaje, la planificación y programación de actividades, así como las fases de ejecución, control y evaluación, deben ser establecidas con bastante precisión; Dicho en otras palabras, en este tipo de enfoque no existe espacio para los profesores extremadamente improvisadores, lo cual no niega la flexibilidad ni la adecuación del proceso enseñanza – aprendizaje de acuerdo a cada realidad específica; la sistematización es la premisa inicial.

La asimilación consciente comprende seis eslabones fundamentales que comienzan con la puesta en práctica de las acciones didácticas con la ejecución del montaje pedagógico.

LOS ESLABONES DEL PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR DESDE LA PERSPECTIVA DE LA ASIMILACIÓN

EL PRIMER ESLABÓN definido como etapa generadora motivacional tiene como papel esencial crear condiciones y generar expectativas de interés y disposición que orienten la acción del estudiante.

Se busca prepararlos para que asuman una actitud positiva frente a la situación problemática objeto de estudio, para la búsqueda de los nuevos conocimientos que den respuestas a las interrogantes surgidas; en esta fase, no se introduce ninguna clase de conocimientos duro, sino que se trata de motivar al educando con información atrayente o seductiva en forma adecuada. Es importante desarrollar el interés y la curiosidad para preparar el abordaje del área de la realidad sobre la cual trata el tema de estudio.

Esta primera fase denominada etapa cero o inicial se apoya en el principio psicológico de la “disposición”, la cual afirma que el individuo debe estar preparado para iniciar un proceso de aprendizaje instruccional y educativo, tanto desde el punto de vista psicológico como fisiológico; pero generar una actitud de disposición, no es una actividad mecánica, pues requiere de una serie de acciones facilitadoras que deben ser contempladas por el docente y ejecutadas como actividades preparatorias.

Cabe destacar que no es tan fácil lograr las condiciones necesarias de motivación; algunas veces resulta difícil, especialmente cuando el maestro (a) carece de una sólida formación docente, entonces se ve limitado para aplicar algún tipo de metodología y actividades para lograr el propósito de esta etapa.

Es importante señalar que cuando el profesor no es capaz de producir el impacto motivador requerido, trae algunas consecuencias negativas que afectan ulteriormente el proceso de asimilación.

El SEGUNDO ESLABON de la asimilación consciente se inicia con la formación de la base orientadora; esta etapa previamente planificada debe mostrar, descubrir, señalar y ampliar las dimensiones del conjunto de conocimientos y del tipo de materiales que los estudiantes deben investigar, procesar y asimilar. El planeamiento de cada acción educativa exige la formulación de objetivos que constituyan el marco de referencia para el estudiante.

El docente en su función de dirección del proceso enseñanza – aprendizaje, debe explicar ampliamente los aspectos esenciales de la actividad. En esta fase debe entregarse la planificación completa de la actividad al educando que comprende el plan de actividad y las guías de trabajo, las cuales orientan todo el proceso. Una de las acciones principales efectuadas por el profesor consiste en detallar cada uno de los aspectos necesarios para el desarrollo de la acción, por lo que para el control preciso del trabajo y garantizar el pleno entendimiento de lo que le corresponde realizar al estudiante, se debe plantear el cuadro completo de la base orientadora de la acción.

El segundo eslabón finaliza con la ampliación, profundización y explicación en detalle de todo el camino por recorrer en la ejecución de la acción; además el docente debe poner en practica la función informativa, trasladando los conocimientos e informaciones necesarias, difíciles de entender y poco asequibles al estudiante; para ello el profesor puede hacer uso de las clases magistrales (exposiciones didácticas) tratando de que sean las menos posibles; o se valdrá de otros medios para que con la finalización de esta fase el estudiante haya comprendido las indicaciones y los conocimientos para la ejecución de la acción.

Es importante aclarar que cuando se plantea que el estudiante ha comprendido, no se hace referencia a la asimilación; porque comprender y asimilar son dos categorías diferentes del proceso cognoscitivo, pues la comprensión es uno de los primeros peldaños de la asimilación.

La comprensión únicamente encierra el entendimiento; determina con claridad un marco referencial más o menos completo, un panorama objetivo lo cual es una dimensión restringida necesaria para el aprendizaje pero no suficiente. La asimilación comprende un escalamiento superior de los conocimientos; supone el dominio, la aplicación, el manejo, la conjugación del saber y el hacer, el hábito formado y la habilidad desarrollada. En síntesis, la concreción en la practica de lo aprendido.

Es necesario puntualizar que el docente debe orientar todos sus esfuerzos para el aprendizaje del estudiante a través de su trabajo; esto supone el desarrollo de acciones didácticas orientadas al trabajo independiente, al estudio autónomo. Sin embargo, en estas primeras fases no se manifiesta la participación activa de los estudiantes en el desarrollo de las acciones.

EL TERCER ESLABÓN de la asimilación se inicia con la participación activa del educando como forjador de su aprendizaje. Esta fase se sustenta sobre la definición de aprendizaje cuyo eje central es la actividad del alumno. Para efectos de análisis, antes de entrar en detalle, es necesario definir el concepto de aprendizaje como: Categoría central de la asimilación. Se entiende por aprendizaje la asimilación de parte del estudiante de determinados conocimientos, acciones y comportamientos, así como la formación de hábitos, aptitudes, habilidades y convicciones desarrolladas en el sujeto como resultado de su propia actividad. En esta fase el proceso de asimilación toma un carácter esencialmente de estudio colectivo con tareas individuales para cada educando.

En el planeamiento educativo deben estar contempladas las formas y procedimientos operativos para la integración de los equipos de trabajo; además, el número de estudiantes que los deben conformar y las tareas y funciones concretas a cumplir por los colectivos de trabajo en la solución de problemas planteados.

Constituye un elemento significativo de destacar, que la función informativa del docente se vuelve un recurso secundario, utilizable únicamente en las asesorías y jornadas de trabajo con los equipos de estudio; por el contrario, la misión formativa de organización y dirección del proceso educativo juega aquí un papel determinante en el desarrollo de habilidades del educando.

El trabajo en grupo permite conjugar esfuerzos de todos los integrantes, de suerte que el equipo se convierte en parte, el educador y formador del individuo; por tanto, las formas de organización intragrupal, la delegación de actividades al interior para cada miembro, así como la sistematización en la ejecución de la actividad, son rasgos denotantes en el surgimiento del estudio independiente; sin embargo, estudiantes inmersos en un medio social deformante e individualista, requieren de un buen sistema de evaluación y control para verificar la calidad del trabajo individual aportado en el cumplimiento de responsabilidades designadas y en la solución de los problemas planteados al equipo; por consiguiente al maestro corresponde evaluar permanentemente el trabajo realizado; para eso necesita asegurar el funcionamiento global de todas las partes interactuantes en el proceso tales como la planificación de la actividad, el tipo de metodología, la participación estudiantil y docente, el tipo de materiales didácticos, el mismo sistema de control, las dificultades de las tareas y problemas planteados, el sistema de evaluación, así como la sistematización en la instrumentación global del montaje pedagógico.

Los equipos docentes responsables de las áreas o asignaturas respectivas, deben considerar una adecuada orientación de la actividad del estudiante para evitar el desgaste y los esfuerzos innecesarios; así mismo, garantizar de alguna manera el aprendizaje de cada alumno, el desarrollo de habilidad, la formación de hábitos y actitudes propuestas en los objetivos educacionales; es evidente que para un control de estas características se precisa de la evaluación individual, para determinar en que medida el proceso esta arrojando los resultados propuestos.

En el proceso pedagógico, los conocimientos carecen de trascendencia si en la instrumentación didáctica no se traducen en habilidades; igual ocurre si no se trasciende de la mera repetición mecánica del discurso, del concepto, de la teoría a la acción, al dominio, al manejo, a la aplicación en condiciones reales de aprendizaje. Este proceso educativo fundamentado en la unidad teoría y practica, se desarrolla con el soporte de los conocimientos asimilados, por lo que constituye la base de la formación integral.

Las situaciones problemas son el eje didáctico, el recurso metodológico para la asimilación de habilidades, la formación de hábitos, el desarrollo de actitudes y crecimiento de la conciencia y la personalidad. En tal sentido las etapas de la asimilación donde se destaca la actividad del alumno a través del estudio y solución de problemas prácticos, estructuran el núcleo central del proceso enseñanza – aprendizaje.

Esta tercera fase de la asimilación se denomina proceso de las acciones externas materializadas, debido a que la principal actividad del educando se concentra en la solución de problemas y no en la reproducción formal del conocimiento; se da inicio al proceso de concreción, ya que en el desarrollo del pensamiento lógico son esenciales: la generalización, la abstracción, la conceptualización, el análisis y la síntesis.

En el montaje pedagógico y en la instrumentalización didáctica deben diseñarse los mecanismos; procedimientos, las técnicas, los recursos, así como el conjunto de métodos específicos que faciliten la traducción de las categorías del pensamiento lógico – verbal en habilidades.

La actividad del educando dirigida a la solución de problemas didácticamente planteados por el docente permite profundizar los conocimientos, la correcta comprensión, dominio, manejo y aplicación traducidos en habilidades.

En la realización de las tareas de esta etapa es conveniente que se cuente con los materiales bibliográficos completos; que haya fuentes de información primarias y secundarias por utilizarse, con los materiales de apoyo didácticos; que se tengan los instrumentos y equipos de trabajo necesarios cuando se trate de problemas donde se requieran dichos elementos.

El procesamiento de materiales bibliográficos, la utilización de información, instrumentos y equipos comprende diversas tareas realizadas por el estudiante; dichas actividades deben efectuarse tomando en consideración que se pretende alcanzar el dominio del problema objeto de estudio y que el objetivo no es el aprendizaje del contenido por el estudiante; sino más bien, descubrir la esencia del contenido para revelar las facetas y matices cardinales de la actividad.

En tal forma, la utilización de materiales, equipos e instrumental comprende diversas tareas realizadas por el estudiante tales como: recolectar libros, documentos, folletos, revistas; luego, subrayar las ideas centrales de los documentos, la elaboración de resúmenes, fichas, esquemas, cuadros sinópticos, donde se exprese lo fundamental del contenido; también abarca la manipulación y domino del equipo, la adecuada utilización de instrumentos y aplicación de materiales en la solución de problemas objeto de estudio.

El maestro no debe ser en lo posible, más fuente de información, sino el mecanismo regulador que dirige las acciones de los alumnos; estos deben conocer en forma completa la tarea, el esquema de estudio, la síntesis de los conocimientos necesarios y los medios de control definidos para evaluar paso a paso el trabajo educativo. El maestro debe aplicar aquellas acciones didácticas que contribuyan a la consolidación de los conocimientos por utilizarse en el resto del proceso.

El tercer eslabón constituye el inicio de la concreción, el permanente proceso de análisis y síntesis caracterizado esencialmente sobre la base de las discusiones intragrupales.
EL CUARTO ESLABÓN, se inicia con la discusión colectiva y se denomina: de las acciones en forma de lenguaje sin apoyo de acciones externas materializadas.

Surge así la primera síntesis de la práctica en la ascensión de la realidad sensible al pensamiento abstracto; nacen las primeras elaboraciones, fruto de la interacción del problema objeto de estudios y educandos, los resúmenes, análisis, cuadros, esquemas, conclusiones, son los primeros productos teóricos de cada equipo, los cuales deben ser sometidos a la crítica, al análisis, a los juicios y valoraciones de todos los equipos de trabajo; intragrupalmente, es de relevancia sustancial que cada miembro del equipo evidencie su participación en la ejecución de la actividad, emita sus propios juicios, análisis e interpretaciones acerca de las tareas realizadas, por lo que las formas de control previamente diseñadas y conocidas por el educando deben administrarse por el profesor, para conocer el grado de participación y aprovechamiento de cada estudiante.

En el trabajo de equipo, no todos los estudiantes tienen una participación uniforme; algunos no logran integrarse a las labores grupales y otros se aprovechan de sus compañeros; pero lo que es más grave aún es el bajo nivel de aprendizaje obtenido por aquellos de menor participación. Así que para evitar que ocurran estos casos en forma masiva, se precisa de una variedad de instrumentos de control y evaluación que denote con objetividad el rendimiento individual; además, de las valoraciones permanentes hechas por el maestro mediante la observación del proceso.

Esta fase se destaca por el debate, la discusión plenaria, el análisis abierto, los juicios, opiniones, exposiciones, las propuestas planteadas por equipos o estudiantes. Esto se debe a que es de esencial importancia establecer el grado de dominio y desarrollo verbal alcanzados. El nivel de dominio verbal da paso a un escalón cualitativamente superior del estudio autónomo e independiente.

La puesta en común del trabajo efectuado por cada equipo debe caracterizarse por ser planificado y formar parte orgánica del montaje pedagógico, por ser parte de la metodología diseñada; en tal sentido, la selección de algunas técnicas de aplicación educativas tales como el panel forum, los seminarios, las ponencias, los debates, las demostraciones etc. Deben adecuarse al tipo de actividad pedagógica y caracterizarse por ser eminentemente formativas; esto significa que permiten el intercambio de ideas, la discusión de las formas de abordaje al problema objeto de estudio hechas por cada equipo de trabajo, las valoraciones y discusiones francas y abiertas del pleno de estudiantes que intervienen en el proceso enseñanza – aprendizaje.

El papel y la participación del profesor en las actividades plenarias debe limitarse a mediar y orientar las discusiones para que no se desvíen del contexto del problema estudiado; ha de convertirse en un moderador y encauzador, evitando las fricciones entre estudiantes y las discusiones acaloradas; su misión consiste en asegurar que las discusiones se realicen en un marco de camaradería estudiantil. El control y evaluación desempeñan una función de primer orden para la determinación del tipo de dominio verbal de cada alumno; esto da paso a la retroalimentación, si es necesario, o la sucesión de nuevas actividades. “Se debe tomar en consideración, que de esta fase en adelante el educando es capaz de resolver por sí mismo cualquier clase de nuevas situaciones relacionada con el área de problemas y el ámbito de conocimientos, habilidades y hábitos desarrollados”, hasta este momento se puede hablar de estudio independiente y autónomo.

QUINTO ESLABÓN, denominado de tránsito, el educando maneja y aplica el conocimiento, traducido en habilidades, en forma detallada; es consciente de cada una de las acciones y operaciones lógicas ejecutadas; puede decirse entonces que maneja el método de abordaje y solución de problemas, y ante una nueva situación problemática sabe aplicar los mecanismos, procedimientos y operaciones precisas para la solución. La misión del profesor esta dirigida a garantizar el perfeccionamiento de las habilidades, hábitos y aptitudes desarrolladas, a evaluar el afinamiento de los métodos y el tipo de operaciones lógicas empleadas por el estudiante; esto incluye evaluar el grado de automatización, rapidez y facilidad de ejecución demostrada por cada estudiante.

SEXTO ESLABON de la asimilación denominada de las acciones mentales; se caracteriza por ser la máxima expresión de la generalización y sintetización de las fases anteriores, donde todas las concatenaciones de la acción adquieren forma de lenguaje interno.

El lenguaje interno expresa la dialéctica interior en el pensamiento del estudiante; la formación de imágenes ideales donde se estructuran los esquemas completos para la ejecución de la acción; el orden lógico de los múltiples nexos y enlaces del hilo conductor de la actividad aplicados a la solución de nuevos problemas.

Si en la fase llamada de tránsito la actividad eje del docente se centraliza en controlar y evaluar el grado de automatización, rapidez, facilidad de ejecución de las tareas, en esta última etapa su papel debe ser muy cuidadoso en cuanto a asegurar que las tareas de los educandos evolucionen de la realización detallada y a un con una secuencia lógica de operaciones conscientes y poco automatizadas, hacia un nivel de total automatización, de generalización y sintetización del proceso.

Se debe garantizar el paso de la realización de la acción detallada a la abreviada, mental y autónoma. La sexta etapa finaliza cuando el estudiante está apto para resolver cualquier tipo de problema relacionado con el área de la realidad objeto de estudio en el nivel cognoscitivo, metodológico y técnico abordado


A MODO DE EPILOGO

El planteamiento en torno a la asimilación consciente en el proceso docente – educativo no constituye un recetario de cocina tomado en forma mecánica; exige de la aplicación flexible, dinámica y cambiante para cada situación de aprendizaje. Todo montaje pedagógico e instrumentación didáctica, debe ser planificado y desarrollado tomando en consideración la especialidad del área de la realidad objeto de estudio y el tipo de problema abordado.

Las actividades, acciones y tareas específicas para cada eslabón deben ser diseñadas por los equipos de profesores de las respectivas especialidades, tomando en cuenta la realidad de su propio medio, el contexto en el cual se realizaran las actividades, las limitaciones y posibilidades de ejecución posibles con que se cuente, así como con los recursos por emplearse.

Para cada realidad el proceso de asimilación adopta las particularidades del medio institucional – educativo, así como el estilo de trabajo pedagógico de los respectivos profesores; sin embargo debe cuidarse que en lo fundamental, lo cardinal para cada etapa de la asimilación se mantenga y se logre profundizar en la esencia de cada escalón de los conocimientos de manera ascendente.
El planteamiento de las etapas de la asimilación constituye un modelo, una noción, un método de trabajo para organizar el aprendizaje de los educandos, con base en el enfoque dialéctico del conocimiento. La gnoseología científica es la base y el único camino para formar al estudiante de manera integral, a través del desarrollo de habilidades y hábitos técnico – científico de la especialidad objeto de estudio, formar actitudes y convicciones convergentes con los supremos valores humanos, así como forjar una conciencia crítica y el crecimiento de la personalidad, ligada a la práctica, a la vida y la verdad.

“SOLO LA VERDAD ES REVOLUCIONARIA” (Antonio Gramsci)

[1] Lenin. Cuadernos Filosóficos, Pág.165

[2] Ganelin La Asimilación consciente en la escuela, Pág. 11

LA VERSIÓN QUE SE PUBLICA, CORRESPONDE A LA DIVULGADA EN COLATINO EN JULIO DE 2002.

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